Tres médicos venezolanos migrantes lo dan todo por la salud de sus pacientes en Alemania y España. El venezolano Pablo Cárdenas, especializado en traumatología y ortopedia en el Hospital Clínico Gustav Carus de la Universidad Técnica de Dresde en Alemania, ha prestado su apoyo con los pacientes de COVID-19 desde noviembre de 2020.
Cárdenas llegó a Alemania en 2015, huyendo de la crisis humanitaria de Venezuela, sin conocer el idioma, el cual fue aprendiendo mientras homologada su título universitario.
A pesar de los riesgos de contagio, el venezolano no dudó en postularse para ayudar a atender la crisis sanitaria en su país receptor, a pesar de que tuvo que adaptarse a una especialidad distinta a la que estudió para poder prestar su apoyo.
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«Nosotros somos médicos, independientemente de la especialidad y uno estudia medicina para ayudar a la gente. Es algo que nos afecta a todos, en América Latina la situación es crítica y es una manera de aportar mi granito de arena», expuso.
Por su parte, Grem Centeno llegó a España en 2014 y como muchos migrantes, se vio obligado a realizar distintos trabajos para sustentarse y poder comenzar desde cero una vida.
El venezolano se especializó en emergencias extrahospitalarias y trabaja como médico de ambulancias del servicio de ayuda médica urgente de Valencia. Centeno se contagió en marzo de 2020 de COVID-19 cuando realizó un procedimiento de intubación de emergencia a un señor mayor que presentaba problemas respiratorios.
«Tardamos 10 minutos en llegar y el hombre ya estaba en parada cardíaca. Si en ese momento hubiésemos tenido la información que tuvimos un mes después, nos hubiésemos protegido«, relató Centeno.
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El venezolano cuenta que tras esa experiencia, tanto él como su equipo aprendieron a tomar medidas preventivas de forma rápida. «Nuestra intervención ahora es más agresiva cuando vemos a un paciente con fatiga y saturación de oxígeno justa, porque, con este virus, sabemos que eso es un espejismo y que, en cuestión de dos horas, puede requerir cuidados intensivos», explica.
De Ecuador a España
José Alejandro Nazar Pinto salió de Venezuela en 2017 para ir hacia Colombia a Ecuador, donde la situación se complicó «por la xenofobia hacia los venezolanos». Llegó a Madrid en noviembre de 2019 con menos de 3.000 euros. Nazar ya tenía su título de médico homologado, pero sin permiso de residencia, por lo que decidió adquirir una moto para trabajar como repartidor.
Actualmente trabaja en Navalmoral de la Mata, un pueblo español que se convirtió en uno de los focos del coronavirus en el país. Allí trabaja desde junio de 2020 como médico de atención primaria.