Por Raúl Semprún / Crónicas de Chile
Santiago de Chile. Con incertidumbre, desorientados y sacudidos emocionalmente por el esfuerzo que representó pagar el pasaje y la posibilidad real de perder la oportunidad de reunirse con sus seres queridos tras años de sacrificios y superación de obstáculos burocráticos, viven los venezolanos afectados por la medida de suspensión de vuelos comerciales desde y hacia Chile.
En un grupo de Whatsapp, son cientos de venezolanos los que viven presos de la incertidumbre por la suspensión de vuelos comerciales entre Chile y Venezuela desde el 25 de septiembre, en el marco de las tensas relaciones entre ambos países tras la elección presidencial del 28 de julio.
Desde Chile, un sinnúmero de venezolanos exigen respuestas a la aerolínea Estelar.
«Logré hacer todos los trámites y ahora pasa esto», expresó Ricardo Graterón al medio digital Crónicas de Chile. El venezolano invirtió 460 mil pesos (aproximadamente 510 dólares) para el boleto de su madre, quien tenía previsto visitarlo en Chile el próximo 12 de octubre.
«Ella tiene una Visa de Reunificación Familiar que tiene límite de tiempo y necesito al menos me devuelvan la plata para ver otro medio de cómo se pueda venir. Yo estoy solo en Chile hace siete años y ahora que logré todo para hacer los trámites correctos, pasa esto, yo estoy esperándola, por favor, necesito ayuda urgente», manifestó el venezolano.
Graterón resalta que no cuenta con el dinero para comprar otro boleto y que comenzó a correr el lapso de 90 días de vigencia de la Visa de Reunificación Familiar.
En el grupo, en un marco de crispación, los afectados acordaron ir a la sede de Aerolíneas Estelar, donde funciona Del Valle Travel y la mayoría adquirió los boletos, pero no hay soluciones.
La espera desespera
«Estimado pasajero el pasado día 25 de septiembre fue emitido por la autoridad aeronáutica venezolana un NOTAM (Notice To Air Mission) en el que se indica la suspensión de las operaciones aerocomerciales entre la República Bolivariana de Venezuela y la República de Chile. Por favor manténgase atento a nuestras cuentas de Instagram @aerolineasestelar dónde se estarán publicando actualizaciones de la información», adelantaron en la empresa de transporte aéreo.
Julio César Gómez compró su boleto el pasado 24 de septiembre, tan solo un día antes de la cancelación de viajes, a través de la oficina, ubicada en la calle Mariano Sánchez Fontecilla 356, comuna de Las Condes en Santiago de Chile, por un precio equivalente a 437,72 dólares.
Luego que se hiciera pública la noticia, se encontró la oficina cerrada con un aviso que decía que habían retirado el personal de ese lugar y que las comunicaciones serían a través de medios digitales, canales que aún no ofrecen solución a la medida anunciada.
“He solicitado por todas las vías el reembolso del dinero cancelado. He enviado correo, mensaje por cuenta Instagram, llamada al call center con sede en Caracas y por ninguna vía he podido recibir por parte de la aerolínea información al respecto. Como yo, hay cientos de personas afectadas que necesitamos gestionar a la brevedad posible el reintegro del dinero en su totalidad”.
Por ello, abundan denuncias ante el Servicio Nacional del Consumidor (Sernac), que solicita un plazo máximo de 18 días hábiles para ofrecer respuestas.
El problema es que el tiempo pasa y hay además de casos prolongados de intentos de reunificación familiar, personas que lo vendieron todo y se quedaron sin recursos en Santiago y mucha gente a la que por temas de salud personal o de algún familiar la espera se convierte en pesadilla.
«Mi pareja tiene cáncer»
Hay situaciones dramáticas que afectan a quienes compraron pasajes a la aerolínea. Eduardo Rodríguez decidió volver a Venezuela por la enfermedad de su pareja. Renunció a su trabajo, optó por hacer su salida voluntaria del país y ya no cuenta con los medios para pagar más meses de arriendo.
«Agoté mis recursos económicos para comprar un boleto aéreo por Estelar y les he escrito para que me hagan mi reembolso y solo tengo respuesta negativa. Necesito el dinero ya que no tengo para poder comprar otro boleto aéreo», exclamó.
Otro caso es el de Mónica Rodríguez, quien soñaba viajar con su familia a Venezuela para que su hijo de siete años conociera el país donde nació y vivió su primer año de vida y conociera a su familia y abuelos.
Rodríguez compró en primera instancia el pasaje por Latam Airlines a través de Lima y fueron cancelados los vuelos. Con el dinero del reembolso costeó su viaje a través de Estelar, pensando que, al ser una aerolínea venezolana, la relación comercial iba a ser más fluida y sin conflicto.
«Ahora por segunda vez se suspenden los vuelos y en esta ocasión, de forma indefinida. En nuestro caso, solo queremos la devolución del dinero. Ya ha sido demasiado estresante y angustiante mental y económicamente», expuso.
Con tristeza sostiene que, a raíz de lo sucedido, no ve que sea viable viajar de vacaciones a su país por la preocupación o la incertidumbre de que, al estar allá, no puedan regresar.
En el grupo, con afectados en Venezuela y Chile, se nutren con información en procura de buscar soluciones a los traslados. Sin embargo, la mayoría insiste en que Estelar les devuelva el dinero que con tanto sacrificio invirtieron en un sueño que se convirtió en pesadilla.
Por Raúl Semprún / Crónicas de Chile
REENCUENTROS SUSPENDIDOS
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25 de septiembre. El gobierno de Venezuela suspendió los vuelos directos entre Caracas y Santiago de Chile. La medida será válida por tres meses, es decir, hasta el 25 de diciembre.
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La decisión se produjo un día después de que el presidente chileno, Gabriel Boric, acusó a su homólogo Nicolás Maduro de robarse la elección presidencial del 28 de julio.
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29 de septiembre. Pasajeros de Aerolíneas Estelar, la única que opera la ruta, se quedaron varados por la suspensión. Son venezolanos que compraron boletos para la reunificación familiar, atender problemas de salud familiar o viajar por vacaciones. Reclaman la devolución de su dinero.
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4 de octubre. Aerolíneas Estelar ofrece alternativas a los pasajeros de la ruta Caracas – Santiago de Chile, que perdieron sus vuelos.