Caracas. Se llama Sofía Victoria Muñante Méndez y nació en Maracaibo, estado Zulia, hace 11 años. Hoy, en la televisión inca, la venezolana se revela como una estrella naciente en La Voz Kids Perú 2021, concurso de canto en el que prendió el escenario y puso a bailar al jurado al cantar Nunca voy a olvidarte, un tema que resonó en la voz de la cantante puertorriqueño-estadounidense de salsa La India en la década de los noventa.
Bajo el nombre artístico de Sofi Salsa, la niña Sofía Victoria se define en su cuenta de Instagram como una cantante en formación que sueña con ser bailarina, artista y aprender a tocar guitarra.
La joven finalista de La Voz Kids Perú emigró en 2017 a Lima junto con parte de su familia, entre ellos su hermano. Su padre es peruano y había emigrado a Venezuela cuando tenía 12 años. Hoy reside en Estados Unidos, desde donde apoyó a su hija mediante una videollamada. Ella, su madre, es venezolana, de allí que Sofía Victoria señale que se siente «peruzolana».
Saltó de cantar en las calles de Lima a una de las tarimas más importantes del país andino, como La Voz Kids Perú, después de que un profesor la ayudó a pulir su talento en el canto. «Le dije a mi mamá que quería cantar y bailar en la calle para alegrar a las personas y disfrutar las canciones, desde esa primera iniciativa comenzó todo», dijo Sofía Victoria durante su presentación oficial en el concurso, en el que participan niños de 8 a 15 años, según refiere el diario El Comercio.
Amante de la música y el canto, la marabina contó a Unicef que sufrió acoso escolar o bullying apenas llegar a Perú. A tal punto padeció el acoso que le dijo a su mamá que quería regresar a su Maracaibo natal para ver a su abuelita y jugar con sus amiguitas. Tan solo tenía siete años.
«En mi anterior colegio me hacían bullying solo por ser venezolana. Los niños de ese colegio me echaban la culpa de cualquier cosa, para todo era la venezolana por aquí, la venezolana por allá. Ya no quería ni escuchar decir esa palabra», le dijo entonces Sofía Victoria al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia.
Sin embargo, gracias a la nueva escuela a la que ingresó en San Martín de Porres, a los consejos de sus profesores y al comportamiento de sus compañeros, todo comenzó a cambiar: la venezolana superó los efectos del bullying y en la actualidad mira su futuro con optimismo, reseña Unicef mediante una nota de prensa.
«En este colegio me siento mejor, porque los niños son más buenos, creo que es porque las maestras nos hablan mucho de convivencia, de compartir, de no insultarse. Ahora tengo una muy buena amiga, se llama Verónica y con ella converso por videollamada y nos escribimos por WhatsApp», contó Sofía Victoria.