Caracas.- La selva del Darién se ha convertido en una ruta para los migrantes que buscan llegar a Norteamérica dejando atrás sus países natales. El alto flujo de migrantes por la zona ha ocasionado problemas ambientales y las personas se exponen a diversos peligros, lo que ha llevado a Panamá a considerar cerrar su frontera con Colombia.
Según el Servicio Nacional de Migración (SNM) de Panamá, en los primeros 7 meses de 2023 se contabilizaron 251.758 personas en tránsito irregular por la selva del Darién, siendo julio el mes con el mayor número registrado (55.387). Los venezolanos son la nacionalidad con más presencia en la ruta, con un total de 138.588 en lo que va de año, le siguen Ecuador (34.894) y Haití (34.165).
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Según el Gobierno panameño, la cifra actualizada de personas por el Darién ya llegó a 307.000 personas en lo que va de año, por lo que se tomó la decisión de transformar este problema humanitario en un asunto de seguridad nacional.
El impacto de la migración por el Darién
Dentro de la selva, los migrantes enfrentan una serie de peligros, como el encuentro con grupos criminales que roban las pertenencias a quienes transitan, cometen secuestros, abusos sexuales y asesinatos.
Los riesgos físicos también son numerosos. Las personas enfrentan caídas que resultan en laceraciones, padecen afectaciones cutáneas debido a picaduras de insectos y sufren heridas en los pies debido a las largas caminatas en el terreno húmedo y dificultoso de la selva.
Nadie sabe a ciencia cierta cuántas personas mueren intentando cruzar esta peligrosa ruta migratoria que comparten Colombia y Panamá con la esperanza de llegar a la frontera entre México y Estados Unidos. Sin embargo, en 2022 se calculó que al menos 22 venezolanos habían muerto en la ruta.
En el ámbito ambiental, se puede mencionar que en 2022, Favio Gómez, jefe del parque nacional Darién, aseguró que el flujo migratorio ha generado una serie de problemas sanitarios como el incremento de desechos en los cuerpos de agua, así como en tierra firme. En las declaraciones del Gobierno de Panamá de este 25 de agosto, se dio a conocer que hay más de 60.000 toneladas de basura en los ríos.
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Además, una vez que algunos migrantes logran atravesar la selva, se exponen a ser detenidos o deportados por no contar con la documentación necesaria para permanecer en otro país o continuar con su tránsito hacia su destino final que, en la mayoría de casos, suele ser Estados Unidos.
Una medida que implementó Estados Unidos para frenar la migración irregular fue el parole humanitario, un programa que permite a venezolanos, haitianos, cubanos y nicaragüenses pudieran vivir por dos años en el país si contaban con un patrocinador. Sin embargo, una de las condiciones para aplicar es no haber cruzado fronteras de forma irregular.