San Cristóbal.- Ronald Materán (28) es del estado Yaracuy. Tiene 10 días caminando desde su tierra natal, rumbo a Bogotá- Colombia, donde quiere conseguir mejores ingresos para enviar a su familia. Lo acompaña un bastón que lo ayuda a caminar, pues en su pierna derecha tiene una fractura de fémur y un tutor que sobresale del pantalón, generado por una incapacidad disfuncional motora.
No se queja de su capacidad física. Afirma que aunque no puede dar pasos de manera rápida y sin dolor, como los demás, su pierna ha respondido y está seguro que así llegará a su destino, en donde espera trabajar junto a su primo, quien lo acompaña en este trayecto.
Su sueño es poder enviar dinero a sus padres, esposa y tres hijos de 10, 4 y 2 años de edad, pues aseguró que la crisis económica del país y los bajos salarios los mantiene limitados para alimentarse y cubrir con las necesidades básicas. Le da tristeza dejarlos, pero lo entusiasma que puedan llegar a vivir mejor.
“La decisión que tomamos de salir del país es porque para nadie es un secreto que la situación está bastante fuerte, nuestras familias se la están viendo complicadas y el propósito de salir es por una mejor calidad de vida, tanto para nosotros, como para la familia de nosotros, que sea la voluntad de Dios que se solucione el problema del país y vivir tranquilamente”, expresó.
LEE TAMBIÉN
Betsy camina desde Acarigua con su niña epiléptica y otros cinco hijos
Es consiente de que tampoco es sencillo llegar a otra nación y que sea bien aceptado como extranjero, pero está convencido de que conseguirá un trabajo que le dé más dinero que el sueldo mínimo que le brindaba Venezuela.
Laboraba distriuyendo Claps
Yon Santos (24) es primo de Ronald. Laboraba repartiendo bolsas del Comité Local de Abastecimiento y Producción Socialista (Claps), pero no llegaban desde hace cinco meses, por lo que se quedó sin empleo y sin ingresos.
En Bogotá lo espera una oferta de trabajo, así podrá mantener a sus hijos de 10 y 14 años de edad, así como a sus padres . “En Yaracuy trabajaba distribuyendo las bolsas del Clap, pero no nos llamaron más nunca, como desde hace ya cinco meses. Me quedé sin trabajo y busco y busco y nada, pero tenemos que echar pa´ lante por nuestros hijos”, afirmó.