Caracas. El éxodo de venezolanos por la selva del Darién es imparable. Al igual que en 2022, en 2023 fueron los migrantes que más cruzaron esa selvática ruta hacia Norteamérica: 328.667 frente a 150.327, un crecimiento de 119 % en el año que acaba de cerrar, de acuerdo con registros del Servicio Nacional de Migración de Panamá.
Ni los riesgos de ataques, robos, secuestros y violencia sexual por parte de grupos criminales, ni la restrictiva política migratoria de Estados Unidos han podido parar el flujo de venezolanos sin papeles por esa inhóspita y peligrosa selva que une a Colombia con Panamá.
Las autoridades panameñas dijeron, el lunes 1 de enero, que 2023 cerró con el paso de 520.085 migrantes por la selva de Darién, cifra récord frente a las 248.283 personas que en 2022 se adentraron en esta jungla. De ellos, 328.667 fueron venezolanos, un 63 % del total; seguidos de los ecuatorianos (57.222), haitianos (46.558) y chinos (25.344), entre otros migrantes.
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En agosto de 2023 pasaron 62.700 venezolanos, el pico más alto de connacionales por el Tapón del Darién ese año, según cifras del Servicio Nacional de Migración de Panamá.
El registro de tránsito de migrantes por la selva del Darién hacia Norteamérica al cierre del 2023 deja atrás el de los años 2020, cuando cruzaron 8.594 migrantes; 2021 (133.726) y 2022 (248.283).
Es en 2022 cuando los venezolanos le robaron protagonismo a los haitianos y cubanos. Ese año representaron 61 % del total de migrantes irregulares por la selva del Darién, unos 150.327.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) alertó del aumento de menores de edad separados de sus padres durante la travesía y de los adolescentes que viajaban solos por la selva del Darién.
«Han pasado más de 100.000 niños, niñas y adolescentes, de ellos 50 % son menores de 5 años«, dijo a mediados de diciembre a EFE la experta en género de Unicef, Johana Tejada López.