El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, se pronunció a través de su cuenta de Twitter asegurando que seguirán colocando resistencia al ingreso de migrantes irregulares y tomando medidas para manejar la situación.
Rowley afirmó que la Organización de Estados Americanos (OEA) y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le han declarado la guerra a Trinidad y Tobago por no unir sus esfuerzos para forzar «un cambio violento de régimen en Venezuela».
«Trinidad y Tobago se encuentra actualmente bajo el último asalto, utilizando personas anónimas y sin rostro armadas con niños inocentes, para tratar de obligarnos a aceptar su comprensión del ‘estatuto del refugiado y el tratado internacional‘ donde una pequeña nación insular de 1,3 millones se debe esperar que la gente mantenga las fronteras abiertas a un vecino de al lado de 34 millones de personas incluso durante una pandemia. Este es un asunto, no de la OEA, sino del pueblo de Trinidad y Tobago”, expresó.
Magistrada de Trinidad y Tobago rechazó el trato que recibieron los 16 niños venezolanos
El primer ministro de la nación insular señaló que se cerraron las fronteras el 22 de marzo como una medida para limitar la exposición de este país a nuevos casos de COVID-19 y que las agencias de seguridad nacional «resistirían todos los esfuerzos de otros que son el infierno empeñado en forzar la apertura de nuestras fronteras a través de la inmigración ilegal».
Sus comentarios públicos siguen a la negativa a aceptar a un pequeño grupo de venezolanos, incluidos 16 niños que fueron deportados hacia Venezuela y que actualmente fueron regresados a la isla para presentarse en un juicio.