Los migrantes indocumentados que tienen un récord criminal en Estados Unidos serán los primeros candidatos para ser deportados en el nuevo gobierno de Donald Trump, considera la fundadora de la organización Raíces Venezuela, Patricia Andrade. Llama a los venezolanos a tomar las palabras del presidente que será investido en 2025 muy en serio e insiste en que seguir las normas de inmigración es muy importante para permanecer en este país
Entrevista por César Batiz
La posibilidad de una deportación masiva pende como una espada de Damocles sobre 11,2 millones de inmigrantes que viven en situación irregular en Estados Unidos. La amenaza puede materializarse a partir del 20 de enero de 2025, cuando el republicano Donald Trump pise la Casa Blanca como presidente número 47 de este país.
El magnate neoyorquino aseguró que su plan de deportaciones a gran escala comenzará con los migrantes venezolanos irregulares, a quienes acusó, durante su campaña, de cometer crímenes y arruinar Estados Unidos.
Así es que no se descuide. “Pónganse al día con sus papeles; si tiene un trámite de asilo, actualícelo con abogados. No se ponga en manos de estos que lo tramitan por 50 dólares; cumpla con las indicaciones del ICE. Aquí hay que tomarse muy en serio las palabras del presidente electo Trump, si no quiere pasar un susto y ser parte de la estadística de los que van a entrar en la deportación masiva”, aconsejó Patricia Andrade, fundadora de Raíces Venezuela, una organización que proporciona apoyo a los inmigrantes que llegan al sur de Florida, en una entrevista con César Batiz, director de El Pitazo.
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De hecho, de esos más de 11 millones de inmigrantes no autorizados a estar en Estados Unidos, el Instituto de Políticas Migratorias (MPI) estima que, según datos del 2021, más de 1 millón (9 %) eran de Sudamérica.
Aún más: la mayoría de estos sudamericanos proceden de Venezuela (unos 251.000), según cálculos de este centro de investigación de políticas de migración y refugiados, con sede en Washington.
Colombia (201.000) y Brasil (195.000) ocupan los siguientes puestos de ese ranking en Sudamérica, en el que México seguía siendo el principal país de origen de inmigrantes no autorizados (46 % del total) en 2021.
Aquí hay que tomarse muy en serio las palabras del presidente electo Trump, si no quiere ser parte de los que van a entrar en la deportación masiva
Patricia Andrade, directora de Raíces Venezuela
El número puede ser todavía mayor en el caso de los venezolanos, si se toman en cuenta a aquellos recién llegados que consiguieron el Estatus de Protección Temporal (TPS) o entraron con parole humanitario, que conceden el derecho a trabajar en Estados Unidos y protección frente a la deportación, pero no ofrecen un estatus legal permanente.
La lista de inmigrantes vulnerables a una deportación masiva incluye también a los solicitantes de asilo.
—¿Es posible la deportación masiva que promete Donald Trump en Estados Unidos?
— Así, en su palabra extensa, no lo creo. Ellos tienen que basarse en dos cosas, una es el cómo y otra es el cuánto costaría una deportación. El zar de la frontera, Thomas Homan, ha dicho que es un tema de seguridad nacional, que no tiene precio.
Creo que primero se van a enfocar en el problema que de verdad sí hay, que es de seguridad nacional, y que son las personas que han cometido delitos, crímenes, que hay aproximadamente medio millón en una lista que reportaba el ICE [Servicio de Inmigración y Control de Aduanas] (…) Es lo único que creo que ellos van a poder alcanzar para hacer una deportación, que eso sería un masivo serruchado a lo que pueden hacer, y ya es bastante, si estamos hablando de millones, pero no de la totalidad, no puede.
Venezolanos en suelo estadounidense
El Instituto de Políticas Migratorias (MPI) reveló que entre 2010 y 2022 la población venezolana creció con mayor rapidez que cualquier otro grupo sudamericano en Estados Unidos (263 %), al pasar de 164.000 a 668.000.
El 68 % de estos inmigrantes venezolanos llegaron a suelo estadounidense en 2010 o después, según este centro de investigación.
—En el caso de los venezolanos, ¿se aplicaría el mismo criterio? ¿Sería solamente un tema de deportación de quienes han cometido delitos?
— Sí, porque es que cuando tú vas sumando los que son de interés por seguridad nacional, los que tienen una deportación pendiente, los que han cometido crímenes (…) cuando los jueces empiecen a ver esos casos de asilo, que son asilos frívolos, que lo traducimos al venezolano como asilos chimbos, los TPS y CBP One donde se han colado personas que no debieron haber sido admitidas, ya tú tienes una cantidad de millones.
Por ejemplo, lo he visto en venezolanos que cruzan la frontera y tienen una orden de presentarse en el ICE para hacerles un monitoreo, y me dicen ‘no, yo no voy a ir’; y les ponen un grillete, ‘ no, el grillete me daba picazón’, y cortan el grillete, o sea, no se dan cuenta de que eso es romper los acuerdos que tú has hecho con inmigración para tú permanecer aquí hasta que te vea un juez.
Patricia Andrade insiste en la necesidad de que los venezolanos que ingresaron a Estados Unidos con un parole comprendan las limitaciones de este estatus migratorio.
“Las personas creen que el parole es una camisa que los va a proteger de todo y no es así (…) Si el juez dice que los van a deportar, todos esos millones serán deportados, a menos de que de verdad hayan hecho un cambio de estatus, no hayan violado la ley y se podrán quedar”, indicó la directora de Raíces Venezuela.
Las personas creen que el parole es una camisa que los va a proteger de todo y no es así
Patricia Andrade, directora de Raíces Venezuela
— ¿Cómo será posible ese proceso de deportación de venezolanos si no hay una relación diplomática entre los gobiernos de Venezuela y Estados Unidos?
— En principio, la ley dice que te deportan al país que fue tu último destino. Si la persona entró por México, te van a deportar a México, no te van a deportar a Venezuela.
En el caso de las personas con antecedentes penales, no sé cómo lo va a manejar la siguiente administración, porque esas sí tienes que deportarlas directamente al país de origen. Eso es una incógnita.
O sea, si la persona es venezolana y la estás deportando por ser un criminal, tienes que deportarla a Venezuela, no se la vas a dejar a México.
— ¿Es o no apelable una deportación?
— Todos tienen derecho de presentarse ante un juez en una corte de inmigración; de hablar con este juez, pero te vuelvo a decir, si tú tienes, como hemos visto, no solamente venezolanos, sino de otras comunidades, que cometieron crímenes que los excluye del privilegio de vivir en Estados Unidos, no hay forma de que se queden aquí. El juez va a apegarse a la ley y los va a deportar.
Al día siguiente de esta entrevista, medios informaron que el equipo de Trump diseñaba un plan para deportar a migrantes cubanos, chinos y venezolanos, entre otros, a países distintos de sus lugares de origen, cuando estos últimos se nieguen a aceptarlos.
Ciudades santuario y el plan de deportación masiva
La ciudad de Los Ángeles, en California, se declaró ciudad santuario en noviembre de este 2024. Es una de las más de 560 ciudades, condados y jurisdicciones en Estados Unidos que cuentan con políticas de santuario, que varían según el lugar.
La controversia en torno a las ciudades santuario sigue presente en Estados Unidos. “Lo que hace es que esta ciudad les da protección, es decir, allí no entra inmigración. Si hay una persona, como lo hemos visto en la ciudad de Nueva York, y comete un crimen, la policía los detiene, pero por orden de la fiscalía, inmediatamente lo liberan sin llamar al ICE, que es la policía de inmigración que iniciaría de inmediato una detención y un proceso de deportación”, aseguró la directora de Raíces Venezuela.
De acuerdo con el American Immigration Council, una organización en Estados Unidos que se dedica a promover políticas migratorias justas, las jurisdicciones santuario no protegen a los inmigrantes de la deportación, y pueden compartir información o cooperar con las autoridades federales de inmigración.
En estos lugares los funcionarios estatales y locales limitan su cooperación con los funcionarios federales de inmigración, pero no impiden que ejecuten sus funciones de control de la inmigración en caso de delitos graves.
Los defensores de estas ciudades argumentan que ofrecen un lugar seguro para los inmigrantes, especialmente a aquellos que temen ser deportados. Sus hijos pueden ir a las escuelas y todos, pese a no tener los papeles en regla, tienen el beneficio de acudir al sistema de salud de las ciudades santuarios. Los detractores sostienen que estas políticas socavan las leyes federales de inmigración.
Los venezolanos siempre hemos tenido muy buena reputación como comunidad inmigrante en Estados Unidos
Patricia Andrade, directora de Raíces Venezuela
Del Tren de Aragua a Maduro sin posibilidad de negociación
Patricia Andrade subraya que las probabilidades de un arreglo entre Maduro y Trump para frenar el éxodo de venezolanos no existen. “Creo que Maduro, en este momento, no está en posición de pedir, sino de obedecer”, recalcó sobre los reportes publicados por los diarios The Wall Street Journal y Washington Post.
Sobre la llegada a Nueva York y otras ciudades estadounidenses de la banda criminal Tren de Aragua en medio del creciente flujo migratorio de los últimos años, la directora de Raíces Venezuela no tiene dudas.
“Yo creo que todo pudo haberse prevenido si hubiesen habido filtros en la frontera, porque no es posible que menos del 1 % de los venezolanos que han entrado en estos cuatro años vayan a hacer daño a toda una comunidad que tiene años quedando aquí, en este país, muy bien parada. Yo creo que aquí hay que poner orden”, sostuvo.
—¿Qué es lo que más valora el estadounidense de los venezolanos y qué es lo que tú consideras que le cuesta más al venezolano de vivir en Estados Unidos?
— Depende. Siempre hemos tenido muy buena reputación como comunidad inmigrante. Ahora, los venezolanos siempre hemos sido apegados a las normas y eso como inmigrante lo sabemos (…) pero esta última ola de venezolanos que salieron muchos bajo la premura, la presión de la grave crisis, de la persecución, de que se abrió la frontera, es la que más le ha costado acostumbrarse a que este es un país de normas.
La venezolana Patricia Andrade lleva viviendo casi 40 años en Estados Unidos. A las puertas del año 2025, la fundadora de Raíces Venezuela señaló que la organización que dirige se mantendrá vigilante de las nuevas políticas migratorias, en particular de la promesa de deportaciones masivas realizada por el presidente electo Donald Trump.
“Quiero estar vigilante de lo que va a venir y de que los que realmente no deben de ser deportados, pues se cumpla la ley, para para que el que de verdad hizo todo legalmente, siguió su procedimiento migratorio en una forma correcta y que no merece ser deportado, nosotros vamos a vigilar que eso se cumpla”, apuntó.
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