Caracas.- El presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, hizo una promesa durante su campaña electoral: cerrar la selva del Darién, que divide la frontera entre Colombia y Panamá, como medida para abordar la crisis migratoria hacia Estados Unidos.
Mulino afirmó, en una entrevista para la BBC, que bajo su mandato repatriará a todas las personas que atraviesen esta zona selvática y que se respetarán sus derechos fundamentales.
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José Raúl Mulino y su relación con el Darién
Mulino fue ministro del Interior y de Seguridad durante el gobierno de Gabriel Martinelli (2009-2014). En diversas oportunidades afirmó que durante su gestión expulsó de la selva del Darién a la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Durante la campaña, Mulino prometió cerrar esa selva por el lado de Panamá, que durante los últimos años se ha convertido en un masivo corredor migratorio, donde operan numerosas mafias y organizaciones criminales.
Mulino asegura que aplicará estrategias similares a las que utilizó con grupos irregulares para controlar la migración a través del Darién. Sin embargo, no especificó de qué manera clausurará la ruta.
Venezolanos y la selva del Darién
Según datos del Servicio Nacional de Migración (SNM), entre el 1 de enero y el 31 de marzo de 2024, 109.069 migrantes irregulares atravesaron la selva del Darién, un récord histórico frente a los 87.390 del mismo período del año pasado.
Más del 60 % de los 109.069 migrantes que atravesaron la selva durante dicho periodo, son venezolanos, seguidos por los ecuatorianos.
«Las nacionalidades con mayor ingreso durante 2024 son: venezolana: 69.568, ecuatoriana: 8.912, haitiana: 7.253 y colombiana: 7.030», detalló el Ministerio de Seguridad Pública, que acompañó el mensaje con el lema de su campaña ‘Darién no es una ruta’, con la que trata de incentivar el recorrido por otras vías migratorias hacia Norteamérica.
Los peligros a los que se deben enfrentar los migrantes en la selva del Darién son numerosos, desde los naturales, con crecidas repentinas de ríos o los ataques de animales salvajes, hasta la presencia de bandidos que roban y violan, o la falta de agua potable, contaminada muchas veces por los excrementos o los cadáveres de otros migrantes.
Con información de EFE y BBC.