Sur del Lago.- Yenior Parra, de 46 años, y su esposa María Pacheco, padres de dos hijos con albinismo residenciados al occidente de Venezuela, emigraron hacia la ciudad de Cúcuta, en el departamento Norte de Santander en Colombia, para costear tratamientos médicos, consultas y lentes correctivos.
“Esta situación para nosotros como padres es insostenible”, comentó Parra a El Pitazo, desde la ciudad colombiana, al manifestar que desde hace unas semanas llegaron a esa ciudad en busca de Organizaciones No Gubernamentales (ONG), fundaciones, instituciones oficiales o de salud.
“Hasta los momentos, mis hijos no han sido seleccionados como casos que requieran ayuda humanitaria, estamos esperando respuesta de Migración Colombia, el Acnur y demás entes que brindan acogida a los venezolanos que a diario emigran en busca de mejores condiciones de vida”, dijo Yenior.
Yeimer de 8 años y Yeimar de 6 requieren consultas, ungüentos y lentes especializados a modo de mantenerse sanos, resguardados de los rayos ultravioleta, debido a que su piel se irrita y los ojos lagrimean. También carecen de visión.
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Su progenitor contó que éstos recibieron, por parte de la directiva de la unidad educativa Madre Emilia de San José, en San Carlos de Zulia, una beca de alto rendimiento, con la condición de mantener un alto promedio de notas.
“Para mantener esa beca reuní dinero vendiendo algodones de azúcar en Cúcuta y con lo reunido los traje hasta acá en busca de opciones. Estando acá nos han tratado bien, aunque para nosotros sería importante que alguien nos pudiera financiar”.
Refirió que la situación cada día nos agota más, sobre todo desde el punto de vista económico. Dicen que en Venezuela los tratamientos y cuidos con costosos. Siempre hacen campañas con miras a recaudar fondos.
Parra es un publicista que desde hace varias décadas se radicó en la población de Santa Bárbara de Zulia, municipio Colón, donde contrajo matrimonio con su esposa María y procreó a sus dos hijos. Ambos nacieron sin el gen que permite la pigmentación en piel, cabello y órganos de la visión.
Uno tiene síndrome de Asperger
Desde febrero, Yeimer, el primogénito de la familia, fue diagnosticado con el síndrome de Asperger y además de su condición de albinismo, requiere tratamiento psicológico, psiquiátrico y neurológico. Amerita un encefalograma. “Sólo con la compra de los lentes se nos hace difícil”, expresó el padre de los pequeños.
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Los pequeños incluso les dicen que sus compañeros de estudio los invitan a jugar pero éstos no pueden estar mucho tiempo en contacto con los rayos solares, pues sufren de hipersensibilidad, “como padres esto te desgarra el alma, pero nos da aliento para seguir adelante”, dijo María. Refieren que cualquier ayuda u organización interesada los puede contactar a través del +584147571937.