Por: Rubén Vásquez
Caracas.- Pasión y constancia son valores que están presentes en los venezolanos emprendedores, quienes, desde distintas partes del mundo, continúan trabajando incansablemente por alcanzar sus metas. En este camino de emprendimientos destaca el trabajo de Elizabeth Fernández, una venezolana en Madrid, España, quien transmite su amor por la repostería a través de su marca Mis dulces sabores (@misdulces_sabores).
En una entrevista para El Pitazo, Fernández contó cómo fue el inicio de su proyecto, y resaltando su pasión por la repostería, creó una cuenta en Instagram durante el confinamiento contra la pandemia del COVID-19, donde comenzó a promocionar sus tortas, y destacó que se fue dando a conocer a través de la red social y por recomendaciones de amigos.
“Durante ese año y dos meses no pude salir de casa por la pandemia, todo estaba cerrado, entonces dije: ‘tengo que aprovechar la oportunidad y aprovechar el tiempo’. Es cuando decido abrir la cuenta de Instagram. Empecé a hacer tortas para mi casa y las publicaba. Al principio, eran los mismos amigos que hacían pedidos, pero luego la voz se fue corriendo y llegaban nuevos pedidos”, comentó Elizabeth Fernández.
Fernández realiza tortas con motivos de cumpleaños, aniversarios, distintas celebraciones o
cualquier temática. Además, señala que entre los sabores que más piden sus clientes, los que más destacan son las tortas tres leches y mousse de parchita o cualquier relleno que sea a base de una fruta tropical para realzar el sabor latino.
“Por parte del venezolano la receptividad ha sido muy buena. La gente conoce las tartas de nosotros, y le gustan. En cuanto a los españoles, quedaron fascinados por la variedad de sabores y diseños que nosotros realizamos. Aquí son un poco tradicionales, pero ahora se abren a la idea de tortas con motivos de muñequitos, YouTube o TikTok”, afirma la venezolana.
Un camino de constancia
Hija de padres españoles, Elizabeth Fernández nació en Caracas y vivió gran parte de su
vida en la capital venezolana, donde se graduó en administración y luego obtuvo un
posgrado en finanzas. Sin embargo, la grave situación política, social y económica que
afecta a Venezuela le obligó, junto a su esposo Freddy Torres y su hijo Eduardo Torres
Fernández, a emigrar a España en 2018.
“Decidimos venirnos por la situación que estaba padeciendo Venezuela y que nos afectaba.
El año 2018 fue muy difícil. Aunque tuvieses dinero, no conseguías comida. Protesté, luché,
hice de todo lo que estuvo a mi alcance, pero llega un momento en el que dices: ‘Ya no
más. Hay que abrirse rumbo’. Emigramos y con todo el dolor de mi alma, porque si a mí me lo preguntan, yo no me hubiese querido ir de Venezuela”, indicó Fernández.
A pesar de la situación, la familia Torres Fernández celebra estar en un nuevo lugar donde
han podido luchar por sus sueños y tener una calidad de vida que ya su país no les ofrecía. Ahora, con Mis Dulces Sabores, Elizabeth Fernández señala que su misión se centra en hacer que más personas conozcan la repostería latina. “Queremos que disfruten de nuestros sabores, que conozcan esa combinación de lo cítrico, de lo tropical. Esa combinación de sabores, que la gente lo pruebe y le cautive”, señaló.
Una mirada al futuro
Actualmente, Elizabeth Fernández realiza tortas por encargo y recibe pedidos constantemente a través de su cuenta en Instagram o contacto por WhatsApp. Además, las
entregas son acordadas en un punto estratégico de las estaciones del metro en Madrid. Sin
embargo, la venezolana destaca que su intención es pasar de lo digital a lo físico e inaugurar una pastelería para ofrecer diversos productos y dictar cursos de repostería.
Como migrante venezolana y emprendedora en España, Elizabeth comenta que el aprendizaje y la experiencia que la vida le brinda es: “Hay que arriesgarse. Yo al principio
tenía mucho miedo, que es algo normal, pero no debes dejar que el miedo te domine.
Arriésgate y lucha por esos sueños”.
“Los sueños se cumplen, sí, pero tú tienes que ir tras de ellos. Mucha gente se queda en su zona de confort, pero no, uno tiene que salir de su zona de confort. Al principio no es fácil, pero tampoco es imposible. Uno tiene que arriesgarse y hacer lo que le gusta. Debes tener esa convicción y creer en ti, creer en tu proyecto, porque lo vas a conseguir”, puntualiza la venezolana.