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jueves, 7 noviembre, 2024

Lo que se esconde detrás de la xenofobia

Al menos cinco millones de venezolanos se han desplazado a diferentes países del mundo, principalmente a los suramericanos. Pese a que en apariencia estas naciones les han abierto las puertas, los malos tratos y discursos de odio van en ascenso

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Caracas.- Hasta julio de 2020, al menos cinco millones de venezolanos se han desplazado de manera forzada en toda la región. Colombia, Perú, Chile, Ecuador y Brasil son los países con mayor cantidad de migrantes venezolanos, según estadísticas de la plataforma del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y, a pesar de que estas naciones los han recibido, los ataques de xenofobia van en aumento.

“Nos están matando”, “es una mafia”, “son unos vagos”, “nos están quitando el trabajo”, “nos están haciendo la vida de cuadritos” son las frases que encabezan las redes sociales con más frecuencia y cuando son pronunciadas por figuras públicas, los mensajes de odio en las plataformas digitales se disparan.

El término xenofobia hace referencia al rechazo hacia los extranjeros y al miedo a identidades y culturas diferentes. Sin embargo, las actitudes de muchos ciudadanos y autoridades de los países de la región ponen en duda de que se trate solo de xenofobia, ya que sus discursos han ido dirigidos a un grupo de migrantes venezolanos, no a todos.

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Discursos de odio

Ejemplo de esto fue el discurso de la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, cuando el pasado jueves 29 de octubre, se refirió a que la criminalidad en esa ciudad estaba relacionada con algunos venezolanos involucrados. “No quiero estigmatizar a los venezolanos, pero hay unos inmigrantes metidos en criminalidad que nos están haciendo la vida de cuadritos”, sentenció López.

Al referirse solo a un grupo específico de venezolanos migrantes y no a todos ¿se podría llamar xenofobia?. En el año 1995, la filósofa española Adela Cortina acuñó el término «aporofobia» para referirse al rechazo a los pobres, aquellos migrantes que aparentemente no tienen nada que ofrecer a los países a los que se han vistos obligados a desplazarse por no contar con seguridad social ni estabilidad económica.

¿Xenofobia o Aporofobia?

Para abordar este tema, El Pitazo conversó con Claudia Vargas, profesora e investigadora de Ciencias Sociales de la Universidad Simón Bolívar, quien resaltó que no es la primera vez que la alcaldesa de Bogotá hace mención de los venezolanos migrantes. Recordó que al inicio de la pandemia, López se refirió a los venezolanos como una carga para el Estado colombiano. 

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“En principio, estamos hablando de un discurso discriminatorio a personas con alto nivel de vulnerabilidad, porque la alcaldesa trasluce en su discurso que no es que son todos los venezolanos, sino un grupo que le está haciendo la vida de cuadritos y este grupo, según su concepto, son delincuentes”, explicó Vargas.

Resaltó la especialista que existen rasgos de xenofobia; no obstante, el discurso de la alcaldesa no estuvo dirigido a todos los venezolanos, sino a un grupo en particular, en donde Claudia López asocia la pobreza con delincuencia.

La docente explicó que este discurso le hace daño a la sociedad receptora, ya que empieza a desconfiar del migrante y de los nacionales que ayudan a los extranjeros. “Los nacionales piensan: mi alcaldía, la autoridad que yo elegí, está diciendo que estamos inseguros con este grupo de extranjeros, en este caso venezolanos”, expone la investigadora.

Vargas advierte que promover los discursos excluyentes debilita el tejido social, ya que impide que se genere un adecuado proceso de integración e inclusión, detiene el intercambio cultural y provoca el irrespeto y la falta de solidaridad hacia el migrante, ya que los nacionales asocian la pobreza como sinónimo de delincuencia y violencia.

Los discursos de la alcaldesa Claudia López se han caracterizado por la estigmatización de los migrantes venezolanos. Sin embargo, se afinca en que los migrantes venezolanos son los responsables de la delincuencia en Bogotá. Entonces, con lo antes expuesto, más que xenofobia, se trata de aporofobia, el miedo y el rechazo a un grupo de gente considerada como pobre, que es violenta y criminal y, de acuerdo con el pensamiento colectivo, causará más pobreza.

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Crímenes y percepciones

Con respecto a este punto, Claudia Vargas expuso que Colombia tiene 50 millones de habitantes y solo 1.800.000 son venezolanos. La docente aseguró que la proporción de venezolanos es de 3,4 % y, de esa población, 0,6 % está en la cárcel; de este porcentaje, la mayoría de los delitos están relacionados con la frontera y no a la capital, poniendo en evidencia que los números no corresponden con las declaraciones de la alcaldesa.

Estos datos provienen del informe «Inmigrantes venezolanos, crimen y percepciones falsas: Un análisis de los datos en Colombia, Perú y Chile», publicado en el portal web de Migration Policy Institute.

La investigadora de la Simón Bolívar señaló que la visión que se escogió de los venezolanos está errada, ya que si bien es cierto que existe un grupo que necesita entrar al mercado formal y regularizarse, hay un grupo de venezolanos que paga sus impuestos y vivienda y ha podido integrarse haciendo vida con los nacionales. “La alcaldesa no destaca que el 0,25 % de los venezolanos ha aportado al Producto Interno Bruto en todo el territorio colombiano”, recalcó.

De acuerdo con Vargas, las actitudes de algunos gobernantes demuestran que los Estados no quieren hacerse responsables de las personas que llegan con necesidad de protección y en situación de vulnerabilidad. 

Leer informe de Migration Policy Institute Aquí.

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