Por Crónicas de Chile
Santiago de Chile.- Se llama Vanessa Flores (@vane0218flores) y nació en Caracas. Tiene 31 años. Estudió Comunicación Social y emigró a Chile en 2015. «Soy deportista de nacimiento. En Venezuela pude representar a Anzoátegui en varias ocasiones, juegos nacionales, liga nacional entre otros», cuenta.
Su primer trabajo fue en una panadería. Con cierta estabilidad investigó si había sóftbol y acudió al estadio nacional Guillermo Man, en Ñuñoa, un domingo, su único día libre. Su rostro se iluminó al ver un equipo femenino entrenando. Habló con su técnico y la recibieron, pero por motivos laborales no pudo continuar sino hasta meses después que la contacta una de las compañeras del equipo y le indica que comenzará un torneo.
Allí empezó su aventura con Perseidas, equipo completo y competitivo, pero nuevamente por motivos laborales se apartó de la practica deportiva. A eso se sumó que luego de seis meses se reencontró con su esposo y quedó embarazada. Su pausa fue de un año. Tras tener a su segundo hijo pasaron tres meses y volvió al terreno está vez con el equipo de sus amores: @lobassoftball , club muy aguerrido y veterano. Vanessa comenzó una era llena de triunfos.
Allí redobló el entrenamiento y potenció su físico. Así recibió el llamado de la selección nacional de sóftbol adulto de Chile. «Son varios años trabajando fuerte para demostrar que puedo formar parte y que siento los colores de Chile como propios», asegura.
Vanessa ha tenido decepciones, como viajar al sudamericano de Ecuador en 2019 y que la dejaran varada junto a varias compañeras en el aeropuerto por ser venezolanas. Le tocó ver a sus compañeras jugar desde el aeropuerto.
Hoy se prepara para los Panamericanos 2023 y gracias a su potencial la marca de artículos deportivos de Estados Unidos Rawlings (@rawlings.cl) reconocida en el mundo del bate y la pelota, se interesó en ella como embajadora de su marca en Chile. Además representa a @north_gravity , una marca de ropa que apoya a la mayoría de las disciplinas del deporte chileno. «Se dice fácil, pero no imaginas el orgullo que se siente. Estoy enormemente agradecida por todo esto», sentencia.