Caracas. Repudio e indignación causó el asesinato de Kerly Cuevas, una niña venezolana de ocho años, en el municipio Girón, en Bucaramanga, Colombia.
Su cuerpo fue encontrado en una zona boscosa donde generalmente se reúnen consumidores de droga, la noche del miércoles 1 de mayo, horas después de que la madre reportó su desaparición, reseñaron medios locales.
“La última vez que la vimos fue a las 11 de la mañana. El sujeto la tomó de la mano y se la llevó con rumbo desconocido”, dijo al medio Vanguardia un testigo. Las cámaras de seguridad del barrio Rincón de Girón, parte baja, donde la venezolana jugaba con otros niños, fueron clave para dar con el paradero del presunto responsable de la muerte de la menor de edad.
Colombia entregará visas de trabajo a migrantes venezolanos
En las imágenes de una de las cámaras de seguridad se ve al hombre, identificado como Alirio Gualdrón, de 59 años, caminar hacia la zona boscosa junto con la niña.
Repudio e indignación por el asesinato
La indignación fue mayor para los familiares de Kerly Cuevas cuando se enteraron de que el hombre que les había alquilado la casa donde vivían era el presunto autor del crimen.
“Yo me fui a trabajar, y cuando se hizo más tarde me llamaron y me dijeron que la niña no aparecía. La persona que la cuidaba era una persona de confianza, con ella fue que yo me vine de Venezuela. Ella tenía una relación con el hombre acusado del asesinato. Ella le estaba haciendo las empanadas de desayuno, y cuando de repente fue a buscar a la niña, y nada, me llamó a mí y yo me vine para la casa”, dijo Kelly Materán, madre de la víctima, al medio Blu Radio.
Gualdrón fue detenido por la policía y puesto a la orden de la Fiscalía, que lo acusa del delito de desaparición forzada. En el momento de la captura, las autoridades tuvieron que custodiar al hombre debido a que habitantes del municipio Girón, que se acercaron a la vivienda, lo intentaron linchar cuando era conducido a la patrulla de la Policía.
Se presume que fue mediante engaño como consiguió llevarse a la menor de edad. “La niña mía estaba en la plazoleta, siempre se la pasaba jugando con los niños, y nosotros no pensamos que era él, y nos dimos cuenta por las cámaras, porque ella con una persona así no se iba. Aún no me han dicho de qué murió la niña, estamos en la Fiscalía. Nosotros llegamos a ese lugar buscando una habitación y él nos la arrendó”, añadió la mamá de la niña Cuevas a Blu Radio.
Girón está de luto por crimen de niña venezolana
Tras conocerse el crimen, el alcalde de Girón, Campo Elías Ramírez, declaró el luto en el municipio y anunció la suspensión de las clases en los colegios el jueves 2 de mayo. “Girón está de luto, y como padre me duele la muerte de la niña Kerly Cuevas, de 8 años, de nacionalidad extranjera. El caso no quedará impune (…). Agradezco a la comunidad por toda la información que nos brindaron”, escribió el funcionario en la red social X.
Amigos y la comunidad manifestaron su dolor y solidaridad con los familiares de la niña migrante venezolana mediante un velatón en la plazoleta del barrio Rincón de Girón, localidad donde Kerly Cuevas había llegado a vivir hace apenas cuatro meses.
“La última vez que la vi fue el día de mi cumpleaños; ella era una niña muy linda, siempre tenía una sonrisa y era muy noble”, señaló una amiga cercana a la familia durante la eucaristía en la que despidieron a la pequeña. Ahora, la madre planea llevar el cadáver de su hija a su natal Venezuela para enterrarlo.
Por su cercanía geográfica, Colombia es el principal destino de los migrantes forzosos venezolanos, con más de 2,8 millones de personas en su territorio, según estimaciones de la Plataforma R4V.
Con información de El Espectador, Vanguardia y Blu Radio