La familia de Diocelys Salazar, joven venezolana de 22 años asesinada el pasado 13 de febrero en la ciudad de Riobamba, Ecuador, demandan justicia y la captura de la autora intelectual del homicidio, ya identificada como Janeth Mariza Tandazo Jaramillo. Los parientes de la joven venezolana la recuerdan a diario y expresan en las redes sociales la mezcla de tristeza e indignación que sienten. «Este dolor traspasa los huesos», escribió Leyra Jiménez, hermana de la víctima, en Instagram
En ese mismo mensaje, la joven pidió a las autoridades ecuatorianas que la muerte de su hermana no quede impune y que permitan agilizar los trámites para que los hijos de la joven puedan viajar a Venezuela.
Jiménez fue quien reveló a través de su cuenta en Instagram los nombres y las fotografías de las mujeres responsables por el crimen. Las identificó como Silvia Arango (autora material), Lina Markines (quien le roció gas pimienta en la cara a la venezolana) y la autora intelectual Janeth Mariza Tandazo Jaramillo, quien se encuentra prófuga.
Señaló que su hermana vivía sola con sus dos hijos y recibía amenazas de Silvia Arango, exmujer de su actual marido. También fue hostigada por las amigas de Arango. De las amenazas tiene audios y capturas de conversaciones por WhatsApp.
La autora intelectual del homicidio fue quien amenazó a Salazar en audios y por mensajes telefónicos. Mientras, la mujer que le roció el gas pimienta a Salazar recibió una medida sustitutiva de libertad y la colocación de un brazalete de seguridad. A Silvia Arango, quien la acuchilló, se le dictó privativa de libertad por el cargo de asesinato. Fue recluida en un centro penitenciario local a la espera del juicio, según lo publicado por medios de comunicación de Ecuador.
Los hechos
Según datos obtenidos a través de medios locales, a Diocelys Salazar la atacaron luego de discutir con la exmujer de su pareja. «Mi hermana duró 40 minutos viva y pidió que los niños estuvieran con nosotros, los niños tienen que estar con nosotros», escribió Jiménez en su cuenta de Instagram.
Salazar, oriunda de la ciudad de Coro, estado Falcón, emigró hace año y medio a Ecuador junto a sus dos hijos menores de edad y se residenció en Riobamba, ciudad donde encontró trabajo con el que ayudaba a su familia en Venezuela. Al morir, sus hijos quedaron bajo la custodia temporal de una prima hasta que puedan obtener los documentos con los cuales viajar a Venezuela, donde vive la familia de Diocelys Salazar.
El recuerdo permanece presente en la mente y el corazón de Leyra Jiménez. Al cumplirse 10 días del asesinato de su hermana, descargó su dolor, tristeza y su impotencia al no tener aún respuesta, o un mensaje o una nota de voz suya en la que le diga que está bien.
«Este dolor traspasa los huesos. Recuerdo cuando eras chiquita y llorabas tanto, recuerdo tus berrinches, recuerdo cuando te cuidaba, recuerdo cuando mi mamá te hizo tus 15 con tanto sacrificio porque tú los querías, nos queda refugiarnos en tus tesoritos así como les decías. Verlos a ellos es verte a ti, donde quieras que estés te abrazo y te prometo darles todo el amor y protección a tus hijos», escribió en su Instagram @leyrajimenez.