Punto Fijo.- 33 personas fueron detenidas en la isla de Curazao tras tratar de ingresar de forma ilegal en una pequeña embarcación que salió desde el estado Falcón.
Según fuentes en Falcón, la embarcación partió de San José de la Costa, con las 33 personas a bordo, entre ellos el capitán y su ayudante. En la lancha iban 11 mujeres y 22 hombres, todos venezolanos e incluso de otros estados del país.

El estado Falcón esta ubicado al occidente de Venezuela y a entre cinco y siete millas náuticas de las islas Aruba y Curazao, que pertenecen al Reino de los Países Bajos. Su cercanía ha hecho que la migración forzada vaya a esas zonas, en embarcaciones pesqueras que conocen muy bien la zona y que los pueden llevar en un trayecto no mayor a cinco horas.
La lancha Carmen del Valle, registrada en Las Piedras, municipio Carirubana, zarpó la tarde de este lunes, 22 de noviembre, con dos motores fuera de borda, las 33 personas y en un saco un mono, una tortuga y cinco loros, que son animales exóticos y para la venta en la vecina isla.
Se supo que Guardacostas Curazao, detectó la embarcación sospechosa en sus aguas, por lo que el Centro de Rescate y Coordinación de la Guardia Costera envió de una unidad de Guardacostas para comprobarlo; al llegar a la ubicación, la tripulación del Metal Shark observó un bote con 33 migrantes indocumentados.

Las personas y la lancha fueron llevados al embarcadero de Guardacostas y el Ministerio de Sanidad y la policía hicieron su revisión de rigor donde hallaron además los animales exóticos que fueron entregados al Servicio Veterinario de Curazao, mientras que los 33 indocumentados fueron entregados al departamento de inmigración.
Para hacer este viaje clandestino, muchas familias empeñan sus enseres, venden sus casas o bienes para pagar el viaje que, según las investigaciones periodísticas a familias de desaparecidos, la cifra varía entre los 200 y 500 dólares por persona. Hasta noviembre de 2021, al menos 57 personas están desaparecidas por emprender estos viajes, según datos de Fundaredes.
Las autoridades en Venezuela también han dicho que usar estas pequeñas embarcaciones para hacer ese viaje es muy peligroso porque son muy pequeñas para el fuerte oleaje en la zona; además que le suman el peso de 33 personas y todas sus pertenencias, que suben aún más el riesgo de que la lancha se hunda. Sin embargo, los llamados de atención que han hecho las autoridades, tanto de las islas como de Venezuela, no frenan la diáspora y mucho menos por esta vía y hacia estas zonas, que en la mayoría de los casos, los espera su familia del otro lado.