Caracas.- La Fundación Venezuela Awareness, organización creada en 2004, para la defensa de la democracia y los derechos humanos, expresó en un comunicado su inconformidad con la revocatoria de la extensión del Estatus de Protección Temporal (TPS) para venezolanos en Estados Unidos (EE. UU.), que regiría hasta octubre de 2026.
Ahora, tras la decisión de la administración del actual presidente Donald Trump, el beneficio, que permite a 600.000 venezolanos trabajar y residir legalmente en EE. UU., vencerá el 10 de septiembre de 2025.
La organización exhortó a la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, a conocer más a fondo la realidad de Venezuela y su empeoramiento durante los últimos meses tras las elecciones presidenciales del 28 de julio.
“Los venezolanos no han querido abandonar Venezuela porque quieren, sino porque existe una grave crisis política y humanitaria que los ha forzado a dejar el país. Si bien es cierto que hay una minoría que ha violado la ley, y se está ubicando para su deportación, insistimos, es menos del 1 % (…)», indica la fundación en el comunicado.
«(…) la inmensa mayoría somos personas trabajadoras, que desde diferentes posiciones hemos aportado a esta nación, por lo que no debemos ser catalogados de criminales y castigarnos con no permitir que el TPS no sea extendido”, continúa el escrito.
Venezuela Awareness insistió en que, siendo el TPS un estatus temporal, solicitan por razones humanitarias que se reconsidere la medida y sea renovado para que los venezolanos puedan permanecer en el país hasta que las circunstancias en Venezuela cambien.
“Las razones iniciales para otorgar el TPS necesitan una actualización, dado el agravamiento de las violaciones a los derechos humanos tras los sucesos poselectorales del 28 de julio de 2024. Recuerdan que la líder de estas elecciones, Maria Corina Machado, permanece en la clandestinidad en Venezuela, y el presidente electo, Edmundo González, en el exilio forzado”, señaló.
La organización concluyó calificando de injusto que los venezolanos deban regresar a un país, en el que se “persigue, tortura y encarcela a los ciudadanos”.