Por Joel Carlys y Nataly Angulo
Maracaibo.- Los zulianos Armando Yanez, de 45 años, y su hija Airmairis Yanez, de 19, murieron la mañana del sábado 29 de abril en la Selva del Darién, frontera entre Colombia y Panamá. Su familia no sabe dónde están los cuerpos y lamentan que la pareja de la joven los «dejara botados».
«Él no se quedó, ni siquiera puso la denuncia. Él los dejó botados y siguió su camino«, dijo entre lágrimas la esposa de Armando, Aida Finol, quien reside en Bogotá, Colombia.
Según Finol, el yerno de su esposo y pareja de su hijastra, Alirio Espinoza, no avisó formalmente a las autoridades fronterizas panameñas que ambos murieron ahogados en uno de los ríos que intentaron cruzar.
«Eso hizo la situación más difícil para poder saber dónde están los cuerpos. Un familiar de mi esposo que vive en Panamá puso la denuncia, pero aún no los encuentran», aseguró este jueves 4 de mayo en entrevista telefónica.
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La hermana de Armando, Cindy Yanez, contó que sus familiares entraron a la Selva el jueves a las 7.00 de la mañana y tenían previsto salir al domingo. «Nos enteramos que les había pasado algo el 1 de mayo porque salía en las redes sociales. Ya van cinco días y no sabemos nada de los cuerpos. Estamos desesperados».
Cindy Yanez habló con Espinoza para pedirle la ubicación del lugar donde ocurrió la tragedia y colaborar con las autoridades panameñas. «Él me dijo que no vio los cuerpos. Me dijo: ‘Me moría si veía los cuerpos’. No hizo la denuncia porque si la hacía se tenía que quedar en Migración Panamá para los trámites y él dijo que tenía que seguir«, lamentó.
Armando, un ex policía del estado Zulia, migró en 2020 a Bogotá, Colombia, con Finol y sus otros dos hijos, pero quería llegar a Estados Unidos mejorar su situación económica.
«Él se fue para conseguir un mejor futuro para nosotros, para su familia», dijo Finol en entrevista telefónica.
Los planes de Armando eran viajar a mediados de mayo, pero su hija Airmairis consiguió el dinero que requería para la travesía y lo convenció de irse con ella, explicaron los familiares.
¿Qué pasó?
Armando, Airmairis y Alirio fueron sorprendidos la mañana del sábado 29 de abril por la crecida de un río que debían cruzar en su periplo por el Darién. Espinoza contó a su familia que su suegro pudo salir del río, mientras él intentaba sacar a flote a Airmary, pero que otra persona se sostuvo de su pareja y ya no pudo sostenerla más.
«Cuando Armando vio que Airmairis era arrastrada se lanzó nuevamente al río para intentar sacarla, pero los dos fueron arrastrados», dijo Mabel Franco, tía de Alirio, en entrevista con El Pitazo.
Según Franco, su sobrino está muy afectado y las autoridades panameñas le impidieron que buscara los cuerpos. «El nos llamó y nos dijo: ‘Se me quedó mi vida en la selva’. A él se lo llevó el ejército panameño a otro campamento. No sabemos por qué no permiten que él se quedé dos o tres días más para ver si puede ver o saber donde están los cuerpos».
La mamá de Alirio, María Nava, acotó que su hijo y su nuera eran una pareja excelente. «Airmairis era una muchacha muy educada. Jamás pensé que viviríamos esto».