Una mujer de 78 años y un bebé de solo seis meses fallecieron este fin de semana mientras trataban de ingresar a Chile por la inhóspita frontera norte con Bolivia, donde se vive desde hace un año una crisis migratoria y humanitaria.
La mujer, de 78 años y nacionalidad venezolana, falleció la noche del sábado 26 de marzo mientras personal sanitario le atendía en una zona fronteriza de la comuna de Colchane, a casi 2.000 kilómetros al norte de la capital, luego de que sus familiares alertaron de que se encontraba mal.
La segunda víctima es un bebé de seis meses, de nacionalidad boliviana, que falleció en otra zona de Colchane tras cruzar con su familia el agreste altiplánico.
«La menor fue trasladada por su madre a la posta, lugar en el cual la facultativa de turno constató la defunción de la lactante, explicando que mantenía antecedentes médicos por hidrocefalia», explicaron este domingo 27 de marzo las autoridades militares de la zona.
El norte de Chile lleva un año sumido en una fuerte crisis migratoria con la llegada masiva de personas por pasos clandestinos -la mayoría de nacionalidad venezolana-, el colapso de pequeñas localidades fronterizas, la celebración de marchas contra la migración y ataques xenófobos.
Los inclementes pasos altiplánicos siguen formando la principal ruta de ingreso irregular a Chile, que se mantiene como uno de los países más atractivos para migrar dentro de América Latina por su estabilidad política y económica, pese a la pandemia y la crisis social de 2019.
En lo que va de año murieron al menos cinco personas, mientras que en 2021 hubo más de una veintena de muertes.
El expresidente conservador, Sebastián Piñera, decretó el pasado 17 de febrero el Estado de Excepción en las provincias de Arica, Parinacota, Tamarugal y El Loa, lo que en la práctica implica una militarización.
La medida la extendió el actual mandatario, Gabriel Boric, y regirá hasta el 15 de abril.
La Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur) alertó en diciembre pasado que cerca de 500 refugiados y migrantes venezolanos, incluidos niños, cruzan diariamente por pasos fronterizos irregulares entre Bolivia y Chile y llegan al país «tras varios días sin comer, con deshidratación, hipotermia y mal de altura«.
En lo que va del año ya fallecieron al menos tres personas tratando de cruzar la frontera y más de una veintena desde que se inició el flujo masivo en febrero de 2021.
En Chile hay 1,4 millones de migrantes, lo que equivale a más de 7% de la población, y los venezolanos son los más numerosos, seguidos de peruanos, haitianos y colombianos.