Alejandro Toro no imaginaba que podía vivir algo así en España. Vecino del municipio valenciano de l’Alcúdia, ubicado en el sureste de la península ibérica, el venezolano y su familia se encuentran bien, pero el miedo no los abandona todavía, después del paso de la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA).
“Lo peor sucedió entre las 8 y 9 p.m., cuando el río se desbordó”, contó este miércoles, 30 de octubre, a El Pitazo. El venezolano, de 36 años, dijo que sintió un nudo en el estómago. Veía cómo las calles se convirtieron en ríos caudalosos, las casas se inundaron, los carros eran arrastrados por la corriente y las personas pedían ayuda.
La escena le resultaba demasiado familiar. Alejandro Toro vivió en el estado Vargas, en Venezuela, y sufrió el deslave de 1999. Aunque apenas tenía 11 años, se sintió en la provincia de Valencia como espectador forzado de una película que ya había visto.
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“Esto ha sido muy fuerte”, afirmó. Contó que el martes 29 de octubre se fue a trabajar a las 6.00 a.m., bajo una fuerte lluvia. Nunca paró de llover. De hecho, en la fábrica donde trabaja le permitieron irse a su casa antes de finalizar el horario laboral, por precaución.
“Cuando llegué a mi casa, ya las calles estaban inundadas. Al rato nos quedamos sin luz. Se iba y venía en múltiples ocasiones. Toda la noche fue lluvia y lluvia. Vimos el río cuando empezó a desbordarse”, recordó. En el edificio donde reside estaciona su moto. “De broma no se la llevó”, dijo.
En la localidad de l’Alcúdia, donde vive desde hace más de un año, las autoridades reportaron este 30 de octubre las primeras víctimas de la DANA: una madre y su hija, por un derrumbe en la vivienda.
Venezolano en Valencia: fue como un tsunami
Daniel Castilla y su esposa Luisa estuvieron incomunicados gran parte del 29 de octubre y no pudieron cocinarle a su hija de un año y siete meses por la falta del servicio eléctrico. Los venezolanos, ambos de Maracay, estado Aragua, amanecieron este 30 de octubre en la casa de un vecino en el municipio de Paiporta, Valencia, donde residen.
«Gracias a Dios todos estamos bien. No se metió el agua a la casa por 10-15 centímetros. Casi casi entra a la casa. El carro está hecho polvo; esto parece un cementerio de coches, porque hay carros montados encima de otro. Es una locura. Es como si hubiese pasado un tsunami o algo así», expresó a El Pitazo.
Castilla, de 33 años, es contador público y emigró a España en el 2017. El venezolano y su familia esperan reunirse con su madre en la ciudad de Paterna, también en la Comunidad Valenciana, que ha resistido las fuertes rachas de viento y de lluvia registradas por el paso de la DANA.
«Lo más importante es que no nos pasó nada, por un escalón no llega. Esto al parecer había pasado en Valencia, pero nada como lo de ayer, nunca. Gente que ha vivido 50 años en Paiporta me dijo que nunca se había desbordado el río así”, añadió.
La DANA fue subestimada
El venezolano Carlos Martínez, también residenciado en Valencia y CEO de X 94.9 FM, consideró que las autoridades no lograron evaluar correctamente la fuerza y el alcance de la DANA.
«La Generalitat Valenciana y el Ayuntamiento de Valencia han estado trabajando arduamente, pero la magnitud de la tormenta fue subestimada. Las lluvias incesantes y los vientos fuertes han dejado a muchas personas sin electricidad, agua y, lamentablemente, múltiples víctimas», dijo Martínez al circuito radial Unión Radio este 30 de octubre.
El Gobierno español elevó a 70 la cifra de víctimas mortales por la DANA que sufre el país desde el martes 29 de octubre. En consecuencia, decretó 3 días de luto oficial por la tragedia y que el Consejo de Ministros del próximo martes apruebe la declaración de zona catastrófica para las áreas afectadas.
Colombia, Venezuela y Ecuador son los países de origen de la mayoría de los migrantes latinoamericanos en la región de Valencia, la más castigada por el temporal.
Se calcula que unos 19.000 venezolanos residen en la zona. Las autoridades españolas, que todavía manejan cifras provisionales y trabajan en la identificación de víctimas, no han facilitado aún la identidad de afectados de terceros países.
Con información de EFE