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jueves, 7 noviembre, 2024

España | Venezolano en Valencia se salva de milagro tras la devastadora DANA

Lorenzo Pernía vive en la provincia española desde hace seis años. La advertencia que le hizo un funcionario cuando regresaba a casa lo salvó de ser arrastrado por el agua. Hoy da gracias a Dios por contar lo vivido el día que la DANA azotó a Valencia y parte de Castilla-La Mancha

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España.- Lorenzo Pernía se asomó por la ventana y se persignó. Sus ojos estaban frente a una catástrofe que le hizo recordar la tragedia de Vargas. “Fue como un déjà vu”, dice al otro lado del teléfono, mientras asegura que está vivo de milagro.

Desde hace seis años este venezolano vive en un apartamento adyacente al centro de Valencia, España. Trabaja en un restaurante cerca de Paiporta, que quedó bajo las aguas y el lodo el 29 de octubre.

Ese día regresaba a casa en su carro. Eran las 3.00 p.m. cuando frenó de golpe porque un funcionario con chaleco color naranja se atravesó en su camino. “Hijo, si no te apuras, te lleva el agua”, le gritó.

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Lorenzo aceleró la marcha. Recuerda que de los nervios sus piernas no respondían como él esperaba, pero aun así llegó a tiempo a casa y se resguardó.

Esa noche durmió a ratos. Estuvo atento a los noticieros. Al día siguiente se enteró, a través de un reporte, que el agua había derrumbado todo en la calle por donde había transitado la tarde anterior.

“Ese funcionario me salvó la vida y no me queda más que darles las gracias a él y a Dios de que estoy vivo”, añade el venezolano de 42 años, quien vive junto a su esposa y sus 2 hijos de 11 y 8 años.

Desde la ventana de su casa, el panorama es desolador. Aunque las estructuras no sufrieron mayores daños, hay carros apilados en la calle y árboles caídos. “Nunca imaginamos que pasara algo así”, destaca.  

Inundaciones, muertos, desaparecidos…

Cuando ocurrió la tragedia de Vargas, Lorenzo estaba en Caracas, pero dos tíos y cuatro primos vivían en La Guaira. Lo que está sucediendo en Valencia, España, lo transportó al año 1999 y le removió sentimientos profundos.

“Prácticamente, reviví la tragedia de Vargas: inundaciones, muertos, desaparecidos, desbordamientos de ríos, vías cerradas, casas destruidas, edificios en el suelo y tristeza, mucha tristeza, en los rostros de quienes estamos aquí”, señala con nostalgia este 31 de octubre.

Lorenzo no ha regresado a su trabajo. No sabe cuándo volverá a su faena diaria. La vía hacia el restaurante, ubicado a 30 minutos de su residencia, está interrumpida y el local lleno de lodo; tampoco hay electricidad. El carro de su jefe no aparece; lo arrastró el agua.  

“Tengo amigos con familiares desaparecidos y viven momentos terribles. Muchos perdieron sus carros y las casas que con tanto esfuerzo compraron; otros aún están pagando un crédito y muy preocupados por su situación económica; sobre todo, porque ahora tendrán que comenzar desde cero”, apunta.

En su opinión, lo acontecido en España es consecuencia del cambio climático y por ello hizo un llamado a todos los ciudadanos a cuidar el medioambiente para evitar estos impactos meteorológicos.

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La violenta DANA

Cifras extraoficiales indican que al menos 95 personas murieron y una cantidad no precisada está desaparecida, luego de que las lluvias provocaron inundaciones repentinas en el sur y el este de España.

Se trata del peor desastre natural ocurrido en este país a causa de un fenómeno meteorológico conocido como Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), formada por aire frío, que azota a Valencia y parte de Castilla-La Mancha

Entre las víctimas está la venezolana Lourdes María García Martín, de 34 años, quien murió junto a su bebé de 3 meses, Angeline, en la comunidad Paiporta.

García Martín y su esposo Antonio Tarazona, de 59 años, fueron sorprendidos por una tromba de agua cuando estaban dentro de su vehículo. A Tarazona se lo llevó la riada y luego fue rescatado. Su mujer se subió al techo del vehículo con su hija, pero ambas fallecieron. Minutos antes de morir, García Martín llamó a una amiga para pedirle que cuidara a sus otros dos hijos, Sofía, de 10 años, y Bajix, de 13. 

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