Por Crónicas de Chile
Santiago de Chile. El talento, paciencia y formación de David Sánchez, técnico mecánico industrial, se combinaron para que este venezolano de 27 años se abra campo en el proyecto de una compañía minera fundada en 1999, con sede en Londres, Reino Unido. Produce diamantes, cobre, níquel, hierro mineral, carbón térmico y metalúrgico.
David, nacido en Valencia, estado Carabobo, pero criado en Mariara, se postuló al programa de jóvenes profesionales que imparte una empresa multinacional y un día lo llamaron y le explicaron el proyecto. “Sin dudar les dije que sí, después de aproximadamente dos meses de pruebas, entrevistas y exámenes médicos, quedé seleccionado para participar en el programa, junto con otros seis jóvenes”, detalla.
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La capacitación de David le permitirá operar las primeras máquinas soldadoras automatizadas que llegan a Chile traídas por esta compañía trasnacional.
“Estaremos durante aproximadamente dos meses en capacitación de estos equipos. De los siete seleccionados para participar en la formación de técnico operador de soldadora automatizada soy el único extranjero y venezolano”, reafirma.
Sánchez llegó a Santiago en agosto de 2019 buscando nuevos horizontes y oportunidades para brindarle bienestar a su familia. “Comenzando fue un poco complicado encontrar un empleo más o menos beneficioso. Estuve aproximadamente dos meses trabajando en una panadería de sábado a lunes y con un señor repartiendo jugos y chucherías de martes a viernes. Trabajé ese tiempo part time en ambos trabajos, en los cuales no me pagaban más de 10 mil pesos diarios”, recuerda.
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Un día lo llamaron de una empresa para desempeñarse en su área de experticia. “Ese fue mi primer empleo con contrato. Estoy muy agradecido con los dueños, ya que me contrataron sin siquiera tener RUT y con ellos empecé a percibir un poco más de mejoras a nivel económico y profesional”, cuenta David, quien por la pandemia fue blanco de suspensión de contrato y tuvo que mantenerse por seis meses con el seguro de cesantía.
Justamente, a los seis meses, David consiguió empleo como mecánico industrial en la fábrica de productos San Camilo, una de las redes de panaderías más grande de Santiago.
Ocho meses después de estar en San Camilo recibió la llamada de la empresa multinacional. “Los sueños se cumplen y las buenas oportunidades llegan. Todo está en no perder nunca la fe”, sostiene.
Por @CronicasDeChile