Washington. Medio centenar de emigrantes, sobre todo venezolanos, llegaron el miércoles 14 de septiembre a la exclusiva isla de Martha’s Vineyard, en Massachusetts, tras haber sido trasladados en avión desde Texas y Florida, informó la prensa local.
Los migrantes, que incluían también algunos colombianos, llegaron en dos aviones que aterrizaron inesperadamente en el aeropuerto de Martha’s Vineyard, lo que obligó a los responsables de gestión de emergencias de esta isla del nordeste de EE. UU. a movilizarse para darles atención sanitaria, alojamiento y comida, informó The Vineyard Gazette.
El senador estatal demócrata Julian Cyr, indicó que uno de los aviones con inmigrantes había partido de San Antonio (Texas) en «una treta cruel que manipula a las familias que buscan una vida mejor”, informó el rotativo local de esta exclusiva isla de la costa atlántica en la que suelen pasar sus vacaciones celebridades y millonarios.
Cyr se refería a las amenazas de las autoridades de algunos estados republicanos del sur del país de enviar emigrantes y refugiados a estados gobernados por los demócratas, en protesta por lo que consideran una política migratoria del gobierno del presidente Joe Biden permisiva y condescendiente con la inmigración irregular y los refugiados.
“Nadie debería capitalizar las circunstancias difíciles en las que se encuentran estas familias y distorsionar esto con el propósito de poder decir: ‘Te engañé’”, agregó Cyr. En un video enviado a la cadena Fox, el gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, se atribuyó el mérito de enviar a los migrantes a la isla, informó por su lado el Martha’s Vineyard Times.
En 2021, DeSantis prometió gastar 8 millones de dólares para enviar inmigrantes fuera de su estado y mencionaba a Martha’s Vineyard como un posible destino.
«Pasamos por 10 países diferentes hasta llegar a Texas«
Los inmigrantes fueron atendidos por los Servicios Comunitarios de la isla para ser reubicados en una escuela secundaria y en la iglesia y casa parroquial de Saint Andrew, donde se les entregaron botellas de agua y algunos alimentos.
“Somos inmigrantes, llegamos aquí por la situación de nuestro país, por la economía, por el trabajo, por muchas cosas. Vine aquí caminando. Pasamos por 10 países diferentes hasta llegar a Texas. Allí una asociación de refugiados nos subió a un avión y nos dijo que aquí habría trabajo y vivienda», dijo al Vineyard Gazette una refugiada venezolana que se identificó como Eliase.
El congresista estatal demócrata Dylan Fernandes, quien acudió a la parroquia de Saint Andrew para ayudar en la emergencia humanitaria creada por la llegada de los inmigrantes, calificó a éstos de «peones en un juego político«.
“Es profundamente repugnante, es una cruel artimaña para manipular a familias que buscan una vida mejor (…) A algunos les dijeron mentiras, que recibirían vivienda y trabajo nada más llegar”, dijo Fernandes, mientras que Jonathan Searle, el jefe de policía de Oak Bluffs, un distrito que se encuentra en la isla, aseguró que se trata de «un problema humanitario”.
Tras la llegada de estos dos aviones, las autoridades expresaron su temor de que pudiera haber más inmigrantes en camino.
EFE