Caracas.- La noticia la tomó por sorpresa, igual que a otros venezolanos repartidos por el mundo. En Estados Unidos, desde 2016, Clara Franco no tiene ningún plan de regresar a Venezuela ni de irse a otro país. Sin embargo, la anulación de su pasaporte la hizo sentir como si hubiera perdido una parte fundamental de su identidad.
“Yo me sentí indignada, sentí que me quieren robar la nacionalidad, y me sentí muy triste y desvalida. Eso sí, no te lo puedo negar, a mí me dio como un poquito de depresión”, manifestó la periodista a El Pitazo este miércoles 14 de agosto.
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Era como si, de la noche a la mañana, le quitaran el piso bajo los pies. Todavía no puede creerlo, aunque fue el viernes 9 de agosto cuando consiguió verificar el estatus de su pasaporte, que se venció en 2023, preocupada por la información que circulaba en las redes sociales.
Anulación del pasaporte como evidencia para el asilo
La venezolana de 41 años no entiende las razones detrás de esta decisión ni tiene certeza de sus consecuencias. No ha recibido ninguna notificación previa del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime), ni había solicitado su anulación, ni su pasaporte estaba deteriorado, extraviado o robado. Tampoco había cometido ninguna falta que justificara tal medida.
La sensación de desprotección fue abrumadora. Sin representación diplomática en Estados Unidos desde 2019, la venezolana no tiene a dónde dirigirse para solicitar alguna respuesta. Tramitar un nuevo pasaporte tampoco es fácil.
Convencida de que el Gobierno de Venezuela se aleja de los estándares democráticos y que no garantiza el bienestar y los derechos de sus ciudadanos, no escribió al Saime en busca de una respuesta.
Por fortuna, la anulación de su pasaporte no tiene consecuencias prácticas negativas, considera Clara Franco, quien construye una nueva vida en la ciudad de Nueva York. Al contrario, le sirve de evidencia para el caso de asilo que adelanta en Estados Unidos.
La venezolana, que trabaja de mesera, es beneficiaria del Estatus de Protección Temporal (TPS), que la protege de la deportación y le concede una autorización de trabajo.
Ahora mismo siente que la anulación del pasaporte generó un impacto emocional negativo en ella y, sobre todo, en otros venezolanos para quienes la decisión de emigrar ha sido una fuente de dolor profundo.
“Hay gente que llora mucho por Venezuela. Hay gente que llora mucho por su familia. Yo estoy en el caso de que quiero ver a mi país libre, a pesar de que me quedo aquí, en Estados Unidos, pero mucha gente, la más cercana, no ha querido (revisar el estado de su pasaporte). Hay gente que me dice no, no, yo no quiero ver eso, no lo quiero ver, y es porque hay mucho dolor también”, sostiene.
¿Sufres las consecuencias perjudiciales de la anulación de tu pasaporte venezolano? En El Pitazo queremos conocer tu historia. Por favor, escríbenos a [email protected]