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viernes, 29 marzo, 2024

EE. UU. | Comunidad de Martha’s Vineyard se vuelca con ayuda para venezolanos

Considerado uno de los destinos turísticos más exclusivos de Estados Unidos, la isla de Martha’s Vineyard, ubicada en la costa este, en Massachusetts, se transformó en un escenario de la campaña política estadounidense, en el que 50 migrantes, la mayoría venezolanos, se convirtieron en los inesperados protagonistas

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Caracas. Funcionarios estatales y de la isla Martha’s Vineyard, grupos religiosos, agencias sin fines de lucro y voluntarios se organizaron rápidamente para acomodar a 50 migrantes, en su mayoría venezolanos, que llegaron de forma inesperada al aeropuerto el miércoles 14 de septiembre, reseñó el medio Vineyard Gazette.

El principal periódico de la exclusiva isla de la costa este de Estados Unidos, en el estado de Massachusetts, refiere en una nota que 7 de los 50 inmigrantes son niños. Añade que los migrantes permanecen alojados de forma temporal en la iglesia de St. Andrews en Edgartown, uno de los pueblos costeros de la isla, mientras la comunidad realiza esfuerzos para determinar un plan de reubicación a más largo plazo.

La coordinadora del Island Counseling Center, Janet Constantino, informó que llegaron a la isla abogados de inmigración y traductores de español, para reunirse con cada migrante. «Muchos de ellos tienen citas con ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas), por lo que están tratando de averiguar cuándo se pueden reprogramar los casos judiciales”, dijo a Vineyard Gazette.

Constantino agregó que los servicios comunitarios de Martha’s Vineyard habían comprado numerosos teléfonos inteligentes para los migrantes, a fin de que pudieran comunicarse con sus familias. «Algunos de ellos no han hablado con sus familias en meses», afirmó.

Venezolanos reciben donaciones de ropa en Martha’s Vineyard. Foto Vineyard Gazette.

Uno de los migrantes venezolanos, identificado como Leonel, dijo a The New York Times que la gente de Martha’s Vineyard era generosa y que «nunca había visto una cosa como esta». Le regalaron un par de zapatos.

El venezolano, de 45 años, indicó que había salido de Venezuela hace unos tres meses, cruzando el Tapón del Darién, una peligrosa ruta migratoria ubicada entre Colombia y Panamá. «Tengo tres meses que no duermo bien», aseguró Leonel al diario estadounidense. El hombre señaló que no tiene familiares ni amigos en Estados Unidos.

Comentó que llegó a Estados Unidos tras cruzar el río Bravo en Piedras Negras, México. Fue su segundo intento de cruzar la frontera estadounidense. Leonel pasó varios días detenido por inmigración antes de ser liberado en San Antonio, reseñó The New York Times.

Migrantes quieren un trabajo

Lisa Belcastro, quien estaba supervisando los esfuerzos de socorro en St. Andrew’s, elogió la gran cantidad de apoyo de la comunidad de Martha’s Vineyard. «Tenemos literalmente todo lo que necesitamos en este momento”, dijo antes de señalar que el lugar es un refugio provisional, no una solución a largo plazo.

«El desafío es que en algún momento tenemos que mover a estas personas . . . no podemos albergar a nadie aquí (…) Todas las personas han venido y han dicho que quieren un trabajo; no buscan limosna. Algunas de estas personas han pasado por cosas horribles. Necesitan un descanso y ayuda«, sostuvo.

El congresista Bill Keating dijo vía telefónica desde Washington a Vineyard Gazette que muchos de los inmigrantes están ansiosos por salir de la isla. Sostuvo que pensaron que los estaban enviando a Boston y que ninguno había planeado llegar a Martha’s Vineyard.

Asimismo, Keating indicó que las agencias estatales y federales estaban trabajando juntas para conectar a los inmigrantes con amigos y familiares en Estados Unidos. El representante estatal demócrata Dylan Fernándes, quien representa a Martha’s Vineyard en la Legislatura, elogió la solidaridad de la comunidad y dijo que cualquier persona que desee ayudar puede hacer una donación a Martha’s Vineyard Community Services a través de https://www.mvcommunityservices.org/

¿Por qué Martha’s Vineyard?

La pequeña isla Martha’s Vineyard, que tiene una población de unos 20.000 habitantes durante todo el año, se convirtió en un inesperado escenario de la campaña política de los demócratas y republicanos, cuyas elecciones legislativas a mitad del mandato de Joe Biden están a la vuelta de la esquina, pues se celebrarán el 8 de noviembre.

Enviados por el gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, los 50 migrantes, entre venezolanos y colombianos, son los inesperados protagonistas de esa batalla, a la que se suman los inmigrantes que han sido enviados a Nueva York, Washington y Chicago, algunos desde abril de 2022, por el gobernador de Texas, George Abbott, quien reprocha a la Casa Blanca su política migratoria.

Considerado un territorio demócrata, la isla Martha’s Vineyard se encuentra ubicada en el estado de Massachusetts. «Massachusetts, Nueva York y California se encargarán mejor del cuidado de estas personas a las que han invitado a nuestro país a base de incentivar la inmigración ilegal al venderse como ‘estados santuario’, y gracias a su apoyo a las políticas de fronteras abiertas de la administración de [Joe] Biden», dijo DeSantis mediante un comunicado para justificar su decisión.

Con playas paradisíacas, alta cocina, campos de golf de categoría profesional y establecimientos de lujo, Martha’s Vineyard ha sido el lugar escogido por la élite estadounidense –los expresidentes Obama, Clinton, Bush Jr. o el clan Kennedy, artistas y empresarios- para pasar las vacaciones de verano.

Sin embargo, la isla se enfrenta a una escasez de viviendas asequibles, ya que el precio promedio de la vivienda ronda el millón de dólares, refiere The New York Times. Para colmo, los inmigrantes llegan justo al final de la temporada de verano, cuando el trabajo estacional ha terminado.

«En invierno, literalmente, no hay trabajo, y no hay viviendas asequibles en Martha’s Vineyard», afirmó Barbara Rush, guardiana de la iglesia de St. Andrew, al periódico estadounidense.

Migrantes usados con fines políticos

A bordo de dos aviones llegaron a Martha’s Vineyard los 50 inmigrantes, a los que, según sus testimonios, les hicieron creer cuando embarcaron en San Antonio, Texas, que iban a Boston, refieren medios estadounidenses.

«Simplemente están siendo tratados como seres humanos desechables con fines políticos«, dijo el presidente de la Liga de Ciudadanos Latinoamericanos, Domingo García, a Martha’s Vineyard Times.

Indicó que abogados y activistas de derechos civiles solicitarán que se abra una investigación criminal a DeSantis y Abbott. Argumenta que los inmigrantes fueron engañados sobre a dónde iban y atraídos con promesas de trabajo y vivienda. «Estamos presentando una queja ante el Departamento de Justicia pidiéndoles que revisen posibles cargos y violaciones de los derechos civiles», dijo García.

Afirmó que algunos de los inmigrantes le dijeron que les prometieron trabajo. «Iban a obtener vivienda y transporte gratuitos y todo era una terrible mentira», sostuvo. Un migrante que pidió resguardar su identidad dijo a Vineyard Gazette que una mujer en Texas se acercó a él y a su familia diciéndoles que era de una organización de inmigración que podía conectarlos con ciudades santuario en Massachusetts.

Señaló que tiene una cita en la corte de inmigración el 21 de septiembre en Los Ángeles. «Creo que todo esto es una estratagema para hacer que perdamos nuestras fechas en la Corte y así tener problemas con la ley y nos pueden deportar», dijo.

Con información de Vineyard Gazette, The New York Times y Martha’s Vineyard Times.

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