Washington.- El Gobierno de Estados Unidos anunció, el jueves 24 de marzo, que se llevarán a cabo aceleraciones en los trámites de solicitud de asilo de aquellos migrantes que habían sido seleccionados para una deportación acelerada.
Los Departamentos de Seguridad Nacional y de Justicia señalaron en un comunicado conjunto que el propósito es «mejorar y hacer expedito el procesamiento de los pedidos de asilo hechos por extranjeros sujetos a deportación rápida».
Asimismo, la norma apunta a «asegurar que quienes sean elegibles para el asilo lo obtengan rápidamente y quienes no califiquen sean deportados rápidamente». Funcionarios estadounidenses dijeron que el objetivo es que todo el proceso tome seis meses, en comparación con el promedio actual de unos cinco años.
La medida, que queda ahora sujeta a un período de 60 días para comentarios del público, permitirá que, además de los jueces de inmigración, los funcionarios del Servicio de Inmigración y Ciudadanía (Uscis) evalúen los pedidos de asilo.
Actualmente, solo los jueces en los tribunales de inmigración pueden tomar decisiones sobre los pedidos de asilo y en los últimos años se han acumulado más de 1,3 millones de casos pendientes ante esas cortes.
«El sistema para el manejo de los pedidos de asilo en nuestras fronteras ha necesitado reparación por mucho tiempo», indicó en un comunicado el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
Por su parte, el secretario de Justicia, Merrick Garland, dijo que las medidas propuestas «avanzan nuestros esfuerzos para asegurar que los pedidos de asilo se tramiten de manera justa, expedita y coherente con el proceso debido».
Bajo las nuevas normas, los funcionarios de asilo esperan resolver los casos en 90 días. Las solicitudes denegadas pasan a jueces de inmigración, quienes también esperan resolver los casos en 90 días.