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viernes, 29 marzo, 2024

Día de la Mujer: venezolanas en Colombia emprenden para darle un futuro a su familia

Luz Mary Campos y Alicia Mogollón decidieron emigrar a Barranquilla, Colombia. Hoy, pese a las dificultades de ser migrantes y de dejar a sus seres queridos en su país natal, las venezolanas se esfuerzan para mantener a sus familias. Dos historias apropiadas para reconocer las contribuciones realizadas por las mujeres venezolanas migrantes en el Día Internacional de la Mujer

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Caracas. «Tengo que seguir en esto», son las palabras de Luz Mary Campos, una venezolana de 42 años que llegó a Barranquilla, Colombia, en 2018 desde Zulia con su familia buscando una mejor estabilidad de la que tenía en Venezuela con la crisis económica. Para ello decidió iniciar Postres y Pasabocas La Bendición, una iniciativa que ofrece dulces con sabor venezolano.

Según un estudio realizado por Cuso International y apoyado por el Gobierno de Canadá, el desempleo es alarmante entre las mujeres migrantes radicadas en Colombia. El mismo expone que 3 de cada 10 venezolanas se encuentran desempleadas y que la informalidad laboral llegó a 91,9% en el primer semestre de 2021.

Pero Campos, al igual que otras migrantes venezolanas en el mundo, se destaca por sus ganas de trabajar para sacar adelante a su familia, pese a las barreras que ha encontrado al llegar a un país con una cultura totalmente distinta a la suya. Cada 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer y las venezolanas que trabajan duro en sus países receptores también son homenajeadas.

¿Venezuela se arregló? Migrantes regresan en busca de la felicidad perdida

Luz siempre fue amante de la nutrición, por lo que desde que salió de su país estaba en sus planes iniciar un negocio de comida. Hace seis meses comenzó junto a su esposo e hijos a vender brazos gitanos y poco a poco fueron incluyendo tortas, tequeños y pastelitos. «No es fácil. Aquí estamos en la lucha que emprendimos mi papá – un señor de 68 -, mi esposo, mis dos hijos y yo. Todos ponemos ese granito de arena para surgir».

La zuliana afirma que se han topado con algunas barreras para emprender, más que todo cuando se habla de recursos, pero han logrado superarlas y promueven sus productos entre sus amistades y a través de sus contactos de Whatsapp (+57 304 55 34 684 y +57 313 52 81 209). Asegura que lo que diferencia su emprendimiento de otros, es la fidelidad de sus productos a la sazón venezolana.

Brazos gitanos ofrecidos por Postres y Pasabocas La Bendición. Foto cortesía Luz Mary Campos

«No es fácil salir de nuestra de nuestra tierra, nuestra casa, y empezar de nuevo. Algunas veces me he sentido un poco desanimada y con ganas de regresarme, pero a la vez me freno y ,digo ‘tengo que seguir, tengo que seguir en esto’, así que continúo mirando hacia el futuro«, dijo la venezolana.

Una tradición familiar convertida en emprendimiento

A su vez, Alicia Mogollón, de 29 años, también se esfuerza diariamente por surgir con su emprendimiento Fits Crunchy (@fitscrunchy) en la ciudad de Barranquilla. La venezolana se graduó como médico en la Universidad Rómulo Gallegos del estado Guárico y vivió en Maracay, Aragua, antes de decidir migrar con su hijo de cuatro años en 2019.

Al principio la venezlana trabajó en una casa de familia y luego se fue destacando en diversos oficios para poder mantenerse en el país. «Trabaje de todo un poco y hace aproximadamente un año comencé con el emprendimiento, el cual surge de una receta familiar de chicharrones veganos. Hemos tenido una receptividad maravillosa y grandes aliados y amigos colombianos. Tenemos cinco sabores y somos una empresa de snacks saludables», contó.

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«Deje a mi mamá, mi papá, mis amigos, mi familia. Deje mi corazón, mi alma y mi amor; todo está en Venezuela, en un país maravilloso e inigualable pero nos hemos adaptado de una forma única a Barranquilla, las personas nos han recibido muy bien», expresó Alicia.

Mogollón afirma que emprender ha sido una tarea difícil, pero que ha logrado escalar poco a poco gracias a su esfuerzo y a la ayuda de algunas fundaciones que le brindaron apoyo como la Universidad del Norte y Activo Cake. «No solo recibí apoyo económico, si no conocimientos para mejorar el emprendimiento. Actualmente en Fits Crunchy podemos producir 200 unidades por semana».

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