Caracas.- La aplicación Coco le permite a los venezolanos migrantes realizar compras de alimentos y medicinas desde cualquier parte del mundo para que lleguen a casa de sus allegados que continúan haciendo vida en Venezuela, expuso El Español.
Francisco Martín y los hermanos Víctor y Kevin Charles tenían la misión en común de que los 5,4 millones de migrantes forzosos venezolanos, según datos de Acnur, pudieran ayudar a sus familiares que siguen dentro del país.
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Coco significa «Compras Colectivas», lo cual rinde honor a sus inicios, en los que hacían pedidos en supermercados y farmacias. Los pedidos suelen ser enviados a personas mayores, que son abuelos o padres de migrantes, o jóvenes que se quedaron en Venezuela al cuidado de otros familiares.
“Le damos el poder a las tiendas. Conectan a la diáspora venezolana con el país. Pueden tener su propia cuenta de Coco, con descripciones realistas e imágenes de calidad, para poder hacer la compra para sus seres queridos”, detalló Martín a El Español.
Coco funciona en más de 100 países para comprar en Venezuela y que se entreguen las compras a las personas indicadas en la dirección escogida, superando los 10 millones de dólares en ventas y 40.000 clientes. A su vez cuentan con Stripe como un aliado que facilita los procesos de pagos.
Del fracaso al éxito
Los hermanos Charles se encontraron en Nueva York, Estados Unidos, en 2015 con la meta de que Y Combinator, un fondo de inversión para emprendedores, los apoyara en la creación de una casa de cambio de criptomonedas que funcionara en Venezuela.
Al comienzo el proyecto no funcionó debido a que no poseían el permiso necesario de los bancos, por lo que para 2018 deciden transformar su idea en un sistema para recibir remesas en bitcoin, por lo que presentaron la propuesta ante Y Combinator. “Casi al final de la entrevista les dijimos que teníamos esta idea de Coco. Nos invitaron a abandonar lo del bitcoin y tratar de poner esto en práctica. Volvimos a presentarnos y, esta vez sí, lo conseguimos”, relató Francisco Martín.
Su producto mínimo viable (MVP), nombre que recibe la versión más básica de la idea, consistía en tener un grupo de «coco-shoppers», es decir, compradores que hacían recados en remoto. Ya para el 2019 lograron conseguir 600.000 dólares de financiamiento y ser el primer proyecto venezolano financiado por Y Combinator.
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Nacimiento a distancia
El trabajo remoto debido al COVID-19 no fue algo nuevo para Coco, puesto que esta empresa ya utilizaba esta modalidad desde antes de la pandemia. El equipo está formado por 50 personas que se distribuyen en Estados Unidos, España, Colombia, República Dominicana Ecuador Canadá y los coco-shoppers en Venezuela.
La pandemia ha sido un elemento importante en su desarrollo. Desde el primer momento se posicionaron como una herramienta que ayuda a los familiares a quedarse en casa y no tener que buscar los bienes de primera necesidad
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