Caracas.- En tiempos de cuarentena no cesan los femicidios. A pesar de que la mayoría de los países del mundo implementaron los confinamientos debido al COVID-19, la violencia doméstica y los asesinatos de mujeres no registraron descensos. En junio de 2020, la Organización de Naciones Unidas alertó sobre el incremento de muertes y violencia a mujeres en Latinoamérica en medio de la cuarentena.
En Venezuela, debido a la crisis económica, social y política millones de ciudadanos han cruzados fronteras en busca de una mejor calidad de vida, pero en el camino hacia ese objetivo mujeres venezolanas resultan asesinadas, víctimas de violencia de género y maltratadas. Te contamos cinco casos de migrantes asesinadas durante 2020 en distintas latitudes, según registros de El Pitazo.
Joselyn Vásquez (Perú)
Joselyn Daniela Vásquez Hernández, de 22 años, murió de un disparo en la cabeza en febrero de 2020 en Perú. Vecinos hallaron su cadáver en el cruce de las avenidas Horticultores y Defensores del Morro en Chorrillos. El cuerpos de la venezolana tenía hematomas y manchas de sangre en la boca y cerca de los ojos.
La pareja de la víctima indicó a la autoridades que ella asistió a la discoteca Venecia junto a sus amigas, y que no tuvo más contacto con ella tras salir del local. Él fue quien reconoció el cuerpo sin vida dela joven. Las autoridades policiales descartaron que se tratara de un robo porque Joselyn llevaba consigo todas sus pertenencias.
Corina Vargas (México)
A finales del mes de mayo, ciudadanos alertaron a las autoridades policiales sobre la presencia de dos bolsas negras con presuntos restos humanos en la Región 217 de Cancún, se trataba de la tachirense Corina Vargas, quien estaba desaparecida desde el 26 de mayo. La hermana de víctima confirmó, según la descripción que le dieron, que sí eran los restos de Corina.
Junto a las bolsas, había un cartel con mensajes de amenazas contra el secretario de seguridad pública y contra funcionarios del alto mando policial de México.
La venezolana tenía dos años en México y laboraba como conductora de la compañía Uber. En su país natal era atleta, estudió criminalística y fue miembro del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).
Nayelhy Ramírez (Colombia)
Nayelhy Tahimar Ramírez Molina, de 22 años de edad, fue asesinada el 19 de octubre de 2020, a puñaladas, en la localidad de Kennedy – Bogotá, por su pareja, Armado Ordóñez, de 35 años de edad y de nacionalidad mexicana.
El altercado también se generó presuntamente por celos. Vecinos de la zona escucharon gritos de auxilio y llamaron a la policía, pero cuando estos llegaron encontraron el cuerpo ensangrentado de la tachirense en una habitación del segundo piso del barrio La Fragua. El homicida le había propinado 30 puñaladas, la mayoría en el rostro y tórax, y se encontraba a pocos metros de ella con la camisa ensangrentada.
La venezolana era oriunda del estado Táchira, específicamente de la localidad de Abejales, municipio Libertador, y había cruzado la frontera en busca de mejores oportunidades una semana antes de su asesinato.
Jhandrys Espinoza (Trinidad y Tobago)
Jhandrys Espinoza, una venezolana de 32 años que emigró a Trinidad y Tobago, fue asesinada por su pareja de nacionalidad cubana identificado como Aroldo Vidal. El comisionado para la Secretaría General de la Organización de Estados Americanos, David Smolansky, aseguró que el homicida confesó haberla matado el 22 de octubre de 2020.
Supuestamente a pareja discutió por celos y Aroldo Vidal entró a la habitación donde se encontraba la mujer, la tomó por el cuello y la estranguló. La venezolana tenía tres meses de embarazo. Jhandrys se mudó a Trinidad y Tobago hace tres años y allí conoció a Vidal.
Yulexi del Valle Valecillos
Yulexi del Valle Valecillos fue citada en casa de Mariluz Mosquera para recibir una ayuda económica que le serviría con su embarazo, pero al llegar se encontró con Luis Felipe Victoria Arenas, de 21 años, quien la asesinó con un arma blanca.
Luego de matar a la venezolana, entre Mosquera y Arenas decidieron descuartizar su cuerpo y extraer al bebé de su vientre para, posteriormente, guardar los restos en bolsas y arrojarlos al río ubicado en la vía San Joaquín de El Carmelo.
Este resumen fue publicado originalmente en El Pitazo el 26 de octubre de 2020, y actualizado el 31 de marzo de 2021