Caracas.- Los pobladores de la isla de La Palma, en las Islas Canarias, se enfrentan desde el pasado domingo 19 de septiembre, a las dificultades causadas por el mar de la lava que emana el volcán que entró en erupción.
Carlos Gutierrez Padron, venezolano residente de la isla, narró a El Pitazo cómo ha sido vivir en primera fila el desastre natural que ha ocasionado que al menos 5.700 personas fueran evacuadas y daños en más de 180 inmuebles.
El venezolano oriundo de Maracay, Aragua, llegó en 2006 junto a su familia a La Palma, donde tiempo después tuvo a su hija. «El volcán llevaba varios días avisando que iba a hacer erupción. En principio pensábamos que iba a ser en una zona menos poblada, pero todo ocurrió cerca de nuestra casa».
El Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) estima que la duración de la erupción volcánica podría durar entre 24 y 84 días, con una media de 55 días, es decir que podría seguir expulsando lava al menos hasta noviembre.
«De momento aun conservamos nuestra casa, sigue estando en el área donde la lava no tendrá paso, pero esta es la naturaleza por lo que aquí no valen las predicciones. A pesar de que no está en la trayectoria estimada, está cerca», cuenta Carlos.
El migrante venezolano y su familia, se resguardan en un apartamento que se les prestó mientras la situación se normaliza; también han acudido a la casa de otros familiares que tienen en la isla. «Algunos venezolanos se han visto afectados por el volcán. Estamos intentando sobrellevar esto, es bastante fuerte ver como tanta gente pierde su casa. Estamos tratando de ayudar y hacer lo posible para que todas estas personas tengan la posibilidad de recibir una ayuda»
Carlos es una de las personas que por medio de redes sociales, difunde campañas de ayuda para recolectar insumos que puedan repartirse a los damnificados por la erupción del volcán. «Nosotros -los venezolanos– siempre hemos estados unidos y ahora lo seguimos estando. Siempre hemos tenido una buena unión entre todos los que hemos migrado, sea de donde sea que vengamos».