Caracas.- Una migrante venezolana trans, identificada como Tiffany, fue asesinada de una puñalada en Valledupar, Colombia este domingo 17 de abril. El hecho se contabiliza como la segunda muerte violenta de una persona de la comunidad Lgbti+ en la zona.
La venezolana de 25 años, quien fungía como trabajadora sexual, residió anteriormente en Medellín y formaba parte de la organización Casa de Caribe Afirmativo donde promovía los espacios de integración entre la ciudadanía colombiana y venezolana, destacando a su vez la integración de las personas pertenecientes a la comunidad Lgbti+. Tiffany era considerada una de las líderes más destacadas dentro del grupo de mujeres trans migrantes.
Según registros del Observatorio de Derechos Humanos de Caribe Afirmativo, el asesinato de Tiffany es la segunda muerte violenta de una persona Lgbt+ en Valledupar y en el departamento del César en lo va de 2022. En los últimos dos años se registraron 10 homicidios en la zona, de los cuales tres han sido de mujeres trans.
La organización hizo un llamado a la Fiscalía General de Colombia para que se lleve a cabo una investigación y se esclarezcan los hechos en torno al asesinato de la venezolana. A su vez, exhortaron a la Alcaldía de Valledupar a emprender acciones para prevenir la violencia contra personas de la comunidad Lgbt+.
«Rechazamos este nuevo feminicidio contra una mujer trans venezolana que deja constancia no solo la violencia sistemática contra las mujeres trans que hay en Colombia; sino que además expresa el alto estado de indefensión y riesgo que tienen en nuestro país las personas Lgbti+ migrantes, refugiadas y retornadas, sin que exista una política de acogida por parte del Estado que les garantice su ciudadanía plena», expresó la organización en su sitio web.
Por su parte, la organización Red Comunitaria Trans recordó que se han registrado ocho asesinatos de mujeres trans en Colombia en lo que va de 2022. «Continuamos haciendo un llamado urgente al gobierno de Iván Duque a combatir la transfobia en Colombia. Este año ha cobrado ocho vidas. La falta de garantías del trabajo sexual se materializan en peligro y violencias sobre nuestros cuerpos», expuso la organización.