Caracas. La Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) afirmó que el gobierno de Trinidad y Tobago debe permitir que los hijos de los migrantes se reúnan con sus familias, especialmente en medio de la pandemia del COVID-19, reseñó Trinidad and Tobago Guardian este martes, 24 de noviembre.
«Como signatario de la Convención de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Niño (CDN), Trinidad y Tobago tiene la responsabilidad de proteger a los niños, incluido el derecho a reunirse con miembros de la familia«, expresó Acnur sobre la deportación de 16 niños venezolanos el domingo 22 de noviembre.
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La nota del diario trinitario añade que la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados expresó su preocupación por la posibilidad de que «los niños puedan enfrentar mayores riesgos, incluido el riesgo de ser víctimas de trata, exposición al COVID-19 y otras situaciones inseguras. Dadas las circunstancias en Venezuela, Acnur solicita a los Estados que reciben venezolanos que permitan el acceso a su territorio».
«Trinidad y Tobago ha devuelto regularmente a venezolanos que considera que llegan de forma irregular al país. Acnur tiene conocimiento de al menos 39 niños devueltos desde principios de año, sin incluir a estos 16 niños», añadió la agencia.
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Asimismo, la agencia de la ONU dijo estar dispuesta a «ayudar al Gobierno de Trinidad y Tobago según sea necesario, reconociendo los desafíos que enfrentan los estados para gestionar el movimiento de personas y las limitaciones adicionales impuestas por la pandemia del COVID-19″.
Niños con problemas de salud
El comisionado de la Organización de Estados Americanos (OEA) para los migrantes y refugiados venezolanos, David Smolansky, afirmó que dos de los niños deportados, hijos de los venezolanos Nelisbeth Contreras y Félix Marcano, padecen enfermedades asociadas al corazón.
«Alicia (9 años y tiene una válvula en el corazón) y Said (5 años y presenta soplo en el corazón). Ellos dos, junto a su madre, Nelisbeth Contreras, fueron deportados el domingo», escribió este martes 24 de noviembre en su cuenta de Twitter.
Smolansky denunció el domingo 22 de noviembre que el gobierno de Trinidad y Tobago deportó a 16 niños venezolanos, entre ellos un bebé de 4 meses, que fueron separados de sus padres, que ya estaban en la isla, y obligados a regresar al país en bote.
Recordó además que Trinidad y Tobago ratificó la Convención Americana sobre Derechos Humanos y la Convención sobre Refugiados de 1951. «Ambos instrumentos protegen a migrantes y refugiados contra la devolución», añadió.
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