Por: Miguel Ángel González Tenias
Los representantes del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) se sumaron, por cuarto año consecutivo, a las actividades del Carnaval de Barranquilla. Su aporte está orientado al apoyo de las comunidades forzadas a huir y buscan destacar un mensaje de inclusión.
En la festividad de 2025, acompañarán al grupo Kalunga que reúne a 100 niños, niñas y adolescentes de Barranquilla, incluyendo colombianos desplazados internos, refugiados y migrantes provenientes desde Venezuela.
La comparsa Kalunga estará fusionando ritmos colombianos y venezolanos en el festival más grande de la costa Caribe: el 15 de febrero en el Carnaval del Suroccidente; el 16, en el Carnaval de los Niños; el 1 de marzo en el Desfile de la Calle 17 o del «Rey Momo” y el 3 de marzo en la Gran Parada de Fantasía.
Kalunga, con más de 20 años de trayectoria en esta fiesta folclórica, hace parte de la Fundación Artesocial y cuenta con el apoyo de la Alcaldía de Barranquilla.
Por los refugiados y desplazados
Este año, la comparsa llevará el mensaje de la campaña de ACNUR lanzada en 2024: «Por un mundo que acoja a las personas refugiadas y desplazadas».
“El Carnaval de Barranquilla, con su espíritu de diversidad, es una oportunidad única para fortalecer la integración. Cuando la sociedad reconoce el aporte de las personas desplazadas y refugiadas, se generan espacios de convivencia basados en el respeto y la solidaridad.
A través de la música y el baile buscamos combatir la discriminación y fomentar la integración de las personas forzadas a huir”, afirma Alison Carrascosa, jefa de la suboficina Caribe y Nororiente de ACNUR Colombia.
Para Ricardo Polo, director de la Fundación Artesocial, el arte y la música son un lenguaje universal que facilita la integración de las personas sin importar su origen.
“Aquí nadie pregunta de dónde vienes; todos son bailarines, todos son músicos, todos son participantes. Nuestra prioridad es el arte como una herramienta para atraer jóvenes y transformar sus vidas de manera positiva”.
La niñez refugiada y desplazada merece oportunidades para superar el desarraigo, crecer en entornos seguros y reconstruir su vida. ACNUR estará acompañando a Kalunga en esta cita especial para festejar la integración en comunidades más inclusivas y solidarias.