Barinas.- «Al final de la fila». «Los de Tavacare primero». «Espere su ruta». Esos son los gritos que retumban en una de las paradas de busetas en la avenida 23 de Enero de Barinas. La ausencia de unidades es tan marcada, que la gente se aglomera en espera de un transporte que la lleve de vuelta a su casa en el menor tiempo posible, pero entre los empujones y el afán de subirse para irse aunque sea de pie reaparecieron los carteristas y los robateléfonos que tienen acosados a los usuarios.
Pedro, nombre ficticio para identificar a uno de los «organizadores» de las colas en las paradas, aseguró al equipo de El Pitazo que en la parada donde estaba, a principios de la avenida 23 de Enero, trabajan dos personas: él, que está hasta la 1:00 pm, y su compañero, que entra a partir de esa hora.
Son sus propios «jefes» y los choferes de las líneas de transporte les colaboran por el trabajo que hacen. Su función, explicó, «es evitar que los pasajeros sean víctimas de los malandros. Nosotros estamos pendientes de que no se suban rateros para robarlos».
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Mientras Pedro explicaba su función en la parada, una muchacha se bajó corriendo de una buseta detrás de otra mujer, porque esta le metió la mano en su morral y le sustrajo su teléfono celular. Afortunadamente, la chica se dio cuenta y pudo recuperar su artefacto, pero la ladrona siguió su camino y nadie intervino para detenerla.
Según usuarios afectados con este método de robo, las últimas semanas se ha incrementado la presencia de carteristas y rateros que sustraen los teléfonos de los más desprevenidos. Desde hombres mayores hasta mujeres de apariencia inocente son los encargados de acosar a los pasajeros, ya no con atracos masivos sino robos selectivos.
El incremento de esos delitos, lo atribuyen a que en ninguna de las paradas hay presencia policial y que, desde hace mucho tiempo, funcionarios de los cuerpos de seguridad no practican requisas dentro de las unidades, lo que facilita la comisión de delitos.