Acarigua.- Entre los sectores más afectados por la escasez de combustible que se registra en el país, se encuentran los que dependen de la movilidad de vehículos, tal es el caso del transporte público. En el estado Portuguesa, el desabastecimiento de combustible se agudizó desde hace dos semanas, y desde entonces el servicio se ha prestado con retraso e incumplimiento en las rutas habituales.
La situación ha obligado a los habitantes de Acarigua-Araure a caminar largos trechos, ya sea para asistir a sus sitios de trabajo, hacer diligencias, compras o llevar a los niños a clases, de lo contrario, quienes esperan por un autobús, pierden en promedio una hora en las paradas, corriendo el riesgo de no llegar a tiempo a sus compromisos.
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Doble pasaje tuvo que pagar Esther Gallardo, quien desde la zona este de Acarigua, debió tomar dos unidades de transporte para poder llegar a Araure, pues el colectivo que cubre esta ruta, no está cumpliendo con todo el recorrido. “Están llegando hasta el centro, y sino no tienes efectivos, porque ese es otro problema para conseguirlo, debes agarrar a pie, no hay de otra”, afirmó la usuaria.
Para llevar a su hijo al colegio, este martes 10 de diciembre, Violeta Linares madrugó más de lo acostumbrado. “Teníamos que llegar temprano a la parada de la urbanización -Los Cortijos, en la zona sur de Acarigua-, porque desde la semana pasada hay pocas unidades y la cola de pasajeros es mu6y larga, y aunque siempre salimos de casa a las 6:30 de la mañana, hoy nos tocó hacerlo como 20 minutos antes”, afirmó a El Pitazo.
Aunque -por órdenes de la Gobernación del estado, y de las autoridades de la Zona de Defensa Integral (Zodi)-, los transportistas del cono norte de Portuguesa disponen de dos estaciones de servicios exclusivamente para surtir las unidades de combustible, los conductores deben pasar entre dos y cuatro horas en una cola, sin prestar servicio.
Miguel Briceño, vicepresidente de la comisión permanente del terminal de pasajeros de Acarigua, y presidente de la Línea Portuguesa, precisó que el suministro en estas gasolineras es constantes, en comparación de otras estaciones de servicio; sin embargo, debido a la gran cantidad de vehículos que hay para el transporte público, no se dan abasto.
“Desde las 7 de la mañana se empieza a surtir, pero ya a mediodía no hay, y lo que pueden llenar los compañeros les alcanza para unas 4 o 5 vueltas, cuando se les terminan deben guardar las unidades o hacer cola”, afirmó.
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