Acarigua.- Cuando Nelson Antonio Torrealba Saavedra le confesó a su esposa que había cometido un «pecado imperdonable para Dios», la mujer inmediatamente preguntó si tenía que ver con las muertes de las dos muchachas del pueblo. Era de lo que todos hablaban en Turén; además, desde que este hecho había ocurrido ella había notado actitudes extrañas en él.
Ante la respuesta afirmativa de su marido y al conocer que había actuado solo, luego de preguntárselo, la mujer no quiso saber más y evitó hablar del tema. Así lo contó ella misma ante funcionarios de la Policía del estado Portuguesa, destacados en la estación del municipio Turén. Este organismo esclareció el caso antes de que el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) practicara la aprehensión de Torrealba Saavedra la tarde del sábado 27 de febrero a orillas del río Las Marías, en la misma población.
El hombre fue sindicado de ser el agresor sexual y asesino de Eliannys Andreína Martínez (17 años) y Eduarlys Carolina Falcón (20 años). Los cuerpos de las jóvenes, habitantes de la población de La Misión de Turén, aparecieron (uno el 21 de febrero, y el otro, el 22) 24 horas después de que cada una de ellas había desaparecido.
La confesión de Torrealba Saavedra a su esposa fue la tarde del jueves 25 de febrero en su propia casa, ubicada en el sector 1 de Marzo de la población, tres días después de haber perpetrado el segundo crimen, el de Eduarlys Carolina Falcón.
Ese mismo día, el 25 de febrero, el hombre le dijo a su mujer que sentía una presencia extraña, que «los demonios» le hablaban. Por esta razón ambos pidieron ayuda a un pastor evangélico, quien fue hasta su residencia para orarle, según el relato de la esposa de Torrealba Saavedra a funcionarios policiales.
LEE TAMBIÉN
Portuguesa | Presunto asesino de las jóvenes de Turén tiene antecedentes por abuso sexual
La mujer se acercó pasadas las 8:00 pm del viernes 26 a un punto de control que la policía tenía en la plaza Bolívar de La Misión, y que se había instalado como parte del dispositivo de seguridad y las investigaciones que se realizaban tras conocerse de los dos asesinatos.
La señora contó que su marido estaba desaparecido desde las 11:00 am de ese mismo día, viernes 26. Había salido al río por leña y no regresó desde entonces. Esta misma versión la ofreció el gobernador, Rafael Calles, durante una rueda de prensa que ofreció la noche del sábado 27, tras conocerse de la captura del hombre.
Con la misma mujer, una comisión policial inició una búsqueda por los lugares que aparentemente visitaba el esposo e incluso fueron al río y hasta la vivienda donde se encontraban los hijos, pero no lo hallaron.
Desde la medianoche del viernes y hasta la madrugada del sábado los uniformados de la policía estatal estuvieron interrogando a la ciudadana, hasta que esta comenzó a mostrarse angustiada y nerviosa, dijo a El Pitazo una fuente ligada al caso.
Según la versión policial, fue aproximadamente a las 4:00 am cuando la mujer dijo al comandante que ella podía darles la información que querían si le prometían que protegerían a su familia, principalmente a sus hijos, un niño de 8 años, y 2 adolescentes (hembra y varón) de 13 y 16 años. Minutos después los 3 menores fueron trasladados desde su vivienda hasta el comando policial.
La mujer no contó lo que sabía hasta que recibió comida para ella y sus hijos, y un grupo de funcionarios de la Policía de Turén salió nuevamente a buscar a su marido en el río, sin conseguirlo. Al amanecer del sábado 27, la esposa terminó delatando al marido y de inmediato las autoridades de este organismo dieron parte al Ministerio Público y, posteriormente, al Cicpc, quienes habían establecido un centro de operaciones en la población de La Misión.
LEE TAMBIÉN
Claves | ¿Fue un bejuco el arma homicida de las jóvenes de Turén?
Dos funcionarios policiales conocedores de la zona se encargaron de visitar a las familias e hicieron un recorrido en el río. Aproximadamente a las 4:00 pm del sábado lo ubicaron, pero fueron comisiones del Cicpc de Portuguesa y nacionales quienes procedieron a darle captura.
Para el momento de su aprehensión, Torrealba Saavedra se veía demacrado y presentaba signos de deshidratación por tener más de 24 horas sin alimentarse. El hombre había salido solo con un bolso en el que llevaba un mecate y un machete pequeño. Una vez trasladado al comando de operaciones fue interrogado por los expertos, y fue allí donde reveló a las autoridades que había cometido ambos crímenes.
El detenido también confesó los lugares en los que había dejado evidencias importantes, como el teléfono celular de Eliannys Martínez y la bicicleta de Eduarlys Falcón. Cada uno de estos objetos estaba en la misma zona donde fue localizado el cuerpo correspondiente, pero bien ocultos con la maleza, según lo precisado por fuentes policiales.
Torrealba Saavedra ahora se encuentra esperando ser presentado ante un tribunal de control del Segundo Circuito Judicial Penal de Portuguesa, extensión Acarigua, para ser imputado por los delitos de femicidio agravado. Por este hecho podría ser condenado a 30 años de prisión.