Acarigua.– Las fallas en el servicio de agua se intensifican en las ciudades de Acarigua y Araure, en Portuguesa, donde desde el viernes 27 de agosto, en varias comunidades se han registrado protestas de calle, lideradas por mujeres y adultos mayores. Los vecinos afirman que ya no se creen que la causa de la escasez de agua son las lluvias, ya que, supuestamente, con el aumento del caudal del río Camburito debe paralizarse la planta de potabilización de Araure, como desde hace años asegura el gobierno regional y, por ello, los afectados lo califican de incapaz.
«No son las lluvias, es la incompetencia de este gobierno para solventar los problemas», advirtieron el sábado 28 de agosto, los habitantes de varias zonas del centro de Acarigua que salieron a protestar con pancartas. En esta manifestación participaron vecinos de Centro I, Reja de Guanare, Las Lágrimas y Lisandro Alvarado, entre otros, quienes tienen hasta siete años sin tener un servicio tan básico como el agua.
«Vivo en la avenida Las Lágrimas, tengo siete años con esta problemática del agua. Estamos en un primer piso y cansados de estar subiendo botellones de agua (…) Como mujer me siento indignada, frustrada por esta situación», dijo Anuncia de Vita, sexagenaria y afectada.
El viernes 27, también los vecinos de la urbanización La Goajira, en el este de la ciudad, tomaron una de las principales avenidas, cansados de tener que buscar agua en otras comunidades y caminar largos trechos con pesados envases.
Juan Sánchez, habitante de este sector, señaló que recientemente se quemó la bomba de agua del pozo 10, ubicada en la comunidad la Batalla, y esto los dejó completamente sin el servicio. «Antes llegaba el agua aunque sea en las noches, ahora ni siquiera eso», indicó.
En la zona este son dos pozos los que están fuera de servicio y son más de 16 comunidades las que han dejando de recibir agua por tubería. Los líderes comunales contabilizan unos 20 mil afectados.
Este domingo 29 cierra el fin de semana con una protesta más en el barrio Paraguay, justo en una toma común, donde diariamente los habitantes hacen cola para llenar los contenedores y llevar hasta sus casas para realizar sus quehaceres. Mahycol Linárez, defensor de los derechos humanos, sostuvo que la mayoría de las personas que salen a protestar son mujeres y adultos mayores, los que más padecen ante la situación.
«Este problema se intensifica cada día, sin soluciones a la vista, todo ante los oídos sordos y falta de acción de alcaldes, gobernador y la propia hidrológica. Hay personas de 60 y 70 años que obligatoriamente deben salir a cargar agua, porque no les llega ni un poquito», expresó.
Linárez cuestionó que las autoridades, en el peor momento que viven las ciudades de Acarigua-Araure y en medio de una pandemia en la que la prevención más efectiva es el aseo constante, solo se dediquen a hacer campaña política y a derrochar el dinero que se debería invertir en brindar calidad de vida a la población.
«Pretenden pedir los votos para ser reelectos, tal es el caso de Rafael Torrealba, que es parte de la gestión ‘seca’ del gobierno de Rafael Calles, siendo su secretario de Gobierno y ni un dedo movió para solucionar el problema de agua», dijo.
Finalmente, denunció que la causa de las fallas en el servicio son la falta de inversión y de mantenimiento, así como el crecimiento indiscriminado de la red del acueducto.