Acarigua.- La falta de camillas, ante el gran número de enfermos que a diario buscan asistencia médica en el Hospital Universitario «Dr. Jesús María Casal Ramos» en Araure-Acarigua, en Portuguesa, obliga al personal a usar los escritorios para acostar y atender allí a los pacientes.
En el inicio de este fin de semana, el área de emergencia está convertida en un caos y se mantiene en colapso por la falta de camas, equipos, personal e insumos médicos. Nayarí González, coordinadora del Observatorio de Derechos Humanos de los Llanos en la región, calificó la situación como alarmante, y este sábado, 26 de marzo, difundió imágenes en las que se aprecian, precisamente, a pacientes siendo atendidos sobre los escritores.
«Es alarmante el caos en la emergencia del Hospital Universitario ‘Jesús María Casal Ramos’, durante la tarde de este viernes, ante el incremento de pacientes con crisis hipertensiva y otras patologías, y es evidente que nuestro principal centro asistencial no cuenta con la capacidad operativa de brindar respuesta a los ciudadanos», expresó a El Pitazo.
González indicó que, de acuerdo con el monitoreo y las denuncias recibidas por el Observatorio de DDHH de los Llanos, la mayoría de las personas que acuden al centro asistencial son adultos mayores. «Este viernes, como muchos fines de semana, fue superada la capacidad de camas en este área que viene funcionando como emergencia, cuando hubo una reubicación en el 2020, por el inicio de la pandemia por la Covid-19».
La defensora de los derechos humanos indicó que desde las redes sociales y diferentes estación, el Gobierno regional promueve los avances de la remodelación y acondicionamiento de una nueva emergencia en este hospital; sin embargo, asegura que lo que padecen los pacientes ahora mismos es otra realidad.
«Nos reportaron los familiares que hubo que ocupar los escritorios que utiliza el personal médico de guardia, para poder acostar a los pacientes. Es lamentable que en el estado Portuguesa no se le dé la prioridad que se requiere a nuestros centros de salud públicos, que además se han privatizado, porque los familiares deben llevar adhesivo, jeringas, yelcos, y nos preguntamos qué pasa con las personas que no cuentan con los recursos para adquirir estos insumos y mucho menos los tratamiento», cuestión.
González recordó que la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en su artículo 83, reconoce la salud como derecho social fundamental y establece la obligación del Estado de garantizarlo a todas las personas, sin distinción alguna, como parte del derecho a la vida.
La activista resaltó que en el estado, el derecho a la vida, se ve vulnerado al no contar con las condiciones mínimas para recibir la prestación de servicio y atención al ciudadano. «En la actualidad la emergencia del Casal Ramos no llega a 20 camas y ante la ola de calor que hay, probablemente los pacientes hipertensos corren más riesgo de verse afectados y se ven en la necesidad de buscar atención médica».
Por último indicó que el Observatorio de Derechos Humanos de los Llanos y la Fundación de Derechos Humanos de los Llanos (Fundehullan), exhorta a las autoridades a brindar atención a los hospitales y demás centro de salud públicos a fin de garantizar las condiciones necesarias para los portugueseños que acuden en búsqueda de atención médica.
La promesa
Vale resultar que el pasado 20 de febrero, Francys Pérez, ingeniero a cargo de la remodelación de la emergencia, aseguró a través del medio local Portuguesa Reporta, que en 45 días estarían entregando una sala de emergencia «digna».
“Con recursos de la Alcaldía de Araure y en conjunto con la Gobernación de Portuguesa, esperamos dejar esta área del hospital lista para seguir avanzando en la remodelación de todo el recinto», dijo, indicando que se contará con una sala de traumashock para pacientes graves, y que todos los espacios estarán divididos y en la zona crítica habrá oxígeno directo de tuberías.
Según lo precisado, la emergencia de adultos tendrá separación entre salas de damas y caballeros, con 8 baños y 34 camas. En una de las zonas habrá 10 camas y los baños contarán con 3 duchas e igual número de sanitarios. El ala más grande tendrá cabida para unas 14 a 16 camas. La sala de pacientes críticos tendrá una capacidad para 8 camas, además de 5 baños, mismo espacio donde construyen un cuarto de enfermería, con ventana para estar atento a los pacientes coronarios.