Acarigua.- El cardiólogo Néstor González se convirtió en el sexto médico del estado Portuguesa que falleció a consecuencia del COVID-19. Su deceso se produjo la mañana de este jueves 12 de noviembre, en un centro asistencial privado del estado Lara.
Por más de tres semanas, González, de aproximadamente 65 años de edad, estuvo luchando contra el virus pandemico por semanas. A través de las redes sociales, sus familiares y amigos habían solicitado ayuda económica a la colectividad para cubrir los gastos de medicamentos y hospitalización.
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Además de trabajar en centros privados de la región llanera, el cardiólogo fue, por 25 años, profesor del núcleo Araure de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado.
González gozaba de gran estima en la colectividad de las ciudades de Acarigua-Araure. Es el segundo profesional de la salud que fallece durante esta semana por el nuevo coronavirus. El pasado domingo 8 de noviembre, se produjo el deceso del también cardiólogo Rafael Dugarte.
Dugarte estaba recluido en la sala de aislamiento del «Hospital Dr Jesús María Casal Ramos» de Acarigua, desde hace aproximadamente una semana, y su muerte se registró luego de que su estado de salud se complicó a causa de una desaturación al no recibir oxígeno durante más de una hora por una falla eléctrica registrada en el centro centinela del cono norte de Portuguesa
El primer médico fallecido de la región fue el endocrinólogo César Somoza, director de la Red Hospitalaria de Portuguesa, cuya muerte se registró en Guanare, en septiembre.
Durante el mismo mes, también se produjo la muerte del psiquiatra Ángel Dorante, en el Hospital de Acarigua-Araure, en medio de un episodio donde faltó, por más de 10 horas, el oxígeno en el área de COVID-19 de este centro centinela.
El domingo 18 de octubre, en Guanare, murió la médico Carmen Mavo, especialista en urología, y quien había estado internada durante una semana en la sala de aislamiento para COVID-19 del Hospital Universitario Dr. Miguel Oraá, centro centinela de la zona sur de la entidad.
Dos días después, el 20 de octubre, se produjo el deseo del imagenólogo Esteban Briceño Voirín en un centro asistencial privado de la ciudad de Acarigua, a los 63 años de edad.
Según la ONG Médicos Unidos por Venezuela, hasta la fecha 254 médicos y enfermeras han perdido su vida por este virus.