Guanare.- Los jóvenes del municipio Ospino, en el centro del estado Portuguesa, constituyeron una red de apoyo para exigir vacunas para todos contra el COVID-19 e insistir en la dotación de oxígeno para pacientes tratados en hogares.
Derwin Torres, líder comunitario en esa capital, detalló que en esa zona campesina del eje cafetero el alquiler de una bombona vacía de oxígeno está entre los 40 y los 60 dólares. La recarga en Guanare, Acarigua o Barquisimeto tiene un costo de hasta 100 dólares. «Pero las familias de pacientes con COVID-19 que lo pueden costear se consiguen con el problema de la escasez de gasolina, que debe ser sorteada con el pago en dólares -hasta 3 dólares cobran por litro- para el traslado y la recarga». Los cilindros se recargan en Acarigua, Guanare o Barquisimeto, ciudades que distan hasta 80 kilómetros del pueblo.
Torres aseguró que la única alternativa que tienen las familias para conseguir los recursos para el alquilar el cilindro y autogestionar el llenado es la venta de rifas y de platos tradicionales, como picadillo, sopa o hallacas. «Ninguna autoridad local ni regional apoya integralmente para salir de la emergencia», aseguró.
En Ospino, según la cuenta de Torres, desde finales de mayo pasado se han incrementado los contagios y muertes, aunque no se revelen las cifras oficiales. En el hospital Raúl H. D’pascuali hay capacidad para hospitalizar cinco pacientes a la vez, por lo que la gran mayoría de contagiados están siendo tratados en sus casas por médicos y enfermeros privados o particulares.
Durante el mes de junio, familiares de pacientes y la ciudadanía en general se han visto desolados por la gravedad o muerte de personas muy conocidas o queridas en el pueblo. Según Torres, esto ha llevado a viralizar en redes sociales, principalmente en los estados de WhatsApp, críticas o exigencias a las autoridades municipales.
La respuesta inmediata ante el reclamo de la opinión pública ha sido la realización de jornadas gratuitas de llenado de cilindros de oxígeno en el hospital, lo que se ha informado y difundido de manera informal también por cadenas y estados de WhatsApp. «Esto se valora, pero no es una solución porque el suministro no alcanza para todos ni todos tienen un cilindro. Lo ideal es que el hospital centinela funcione», señala el líder social.
Para mostrar otro lado de la emergencia, Torres destacó que el viernes 18 de junio Cáritas parroquial de la Iglesia católica, junto a las dos emisoras de radio del municipio, realizaron una jornada especial para recolectar suministros médicos y dinero para costear tratamientos y oxígeno para beneficiar a los pacientes de más precariedad económica. «Ahí ha jugado un papel importante nuestra red juvenil», puntualizó Derwin Torres.