San Juan de los Morros.- «Mi hija no tenía ningún motivo personal para quitarse la vida», asegura Hoskimoto Lovera, madre de Mariola Sarahí Parada Lovera, sargento segundo del Ejército que murió el domingo 2 de febrero por un disparo en la cabeza, en la 43 Brigada de Artillería del Fuerte Conopoima, en San Juan de los Morros.
Lovera desmintió este miércoles 5 de febrero la versión de la Región Estratégica de Defensa Integral (Redi) Los Llanos, en la cual reseñan que la joven de 19 años le arrebató un arma AK-103 al soldado Guardia de Parque, Luis González Blanco, mientras este encendía las luces del pasillo de la unidad, y se disparó en la región occipital.
Según el parte de la Redi, el arma estaba aprovisionada, Parada Lovera la cargó y la accionó en su cabeza. Sin embargo, su madre no está convencida de que su hija se haya disparado por sí sola con un fusil de guerra.
«Si ella hubiese querido quitarse la vida, lo hubiese hecho en otro momento, con su propio armamento cuando estuviese de guardia, pero no allí en el pasillo central. No entendemos, porque se dicen muchas cosas, pero queremos que se investigue este hecho que truncó los sueños de mi hija», relata Lovera.
Recuerda que la tarde del domingo, minutos antes del fatal desenlace, Mariola compartió con la familia. «Ella estuvo con nosotros, jugó, charló y nunca demostró ningún decaimiento; solo tenía como un quebranto y le di un antigripal», comentó.
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Tres detenidos
La madre de la víctima, en medio del dolor, exigió a los órganos de justicia esclarecer este caso desde los tribunales con competencia civil y no militar. Contó que tres funcionarios del Ejército están detenidos en la Brigada de Artillería, entre ellos el soldado González Blanco y el primer teniente Francisco Rujano, quien era la pareja sentimental de Parada Lovera. Hay un tercer uniformado bajo custodia de quien se desconoce la identidad.
«Pido que el caso de mi hija no quede como otro caso más, porque hoy fue mi hija, pero mañana puede ser otra funcionaria. No es justo, porque ella era una joven que solo quería superarse», señaló y, al mismo tiempo, pidió justicia a los órganos correspondientes.
Cicpc investiga
Una fuente policial a la que tuvo acceso El Pitazo señaló que el caso por la muerte de la sargento Parada Lovera sigue su curso. El Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) continúa las indagaciones correspondientes para determinar con exactitud lo ocurrido.
La muerte de la funcionaria del Ejército expone una vez más la fragilidad en el protocolo de seguridad de la 43 Brigada de Artillería en el Fuerte Conopoima, donde ya se han registrado hechos irregularidades, como el hurto de al menos 83 granadas en septiembre de 2016.
Por su parte, hay allegados de la víctima que ponen en entredicho que Mariola haya puesto fin a su vida con un fusil Ak-103. Al respecto, un experto en criminalística consultado por El Pitazo, en condición de anonimato, explica que el tamaño del arma dificulta la acción para dispararse en la región occipital. Señala que es poco probable que esto ocurra, pero deja claro que existen las posibilidades.
El funcionario, con amplia experiencia en el área de la criminología, explica: «Para saber realmente si fue un suicidio o un homicidio hay que hacer el análisis de trazas de disparos, determinar la trayectoria de la bala, la posición del arma y la autopsia forense. Estos elementos, más el reconocimiento del lugar donde sucedió«, detalla.
En cuanto al tipo de armamento AK – 103, es un fusil de fabricación rusa, calibre 7.62 milímetros. Tiene un alcance de 400 metros, pesa un aproximado de 3,5 kilogramos. Su medida máxima (con la culata desplegada) es de 943 milímetros y con la culata retraída mide unos 700 milímetros.
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