Los Llanos.- En la región los Llanos aún no se normaliza el suministro de gasolina, pese a que se observó una mejoría en el despacho entre los meses de noviembre y diciembre pasados. Los usuarios del servicio subsidiado se quejan de que sus vehículos no son surtidos con regularidad y los del servicio premium (dolarizado) exigen mayor dotación.
La situación es compleja en San Carlos, capital del estado Cojedes. De las cinco estaciones de servicio habilitadas solo dos funcionan para garantizar el subsidio. Estas atienden 100 vehículos en grupos organizados por los ciudadanos. El servicio en dólares no tiene restricciones y se consigue en dos establecimientos. La queja generalizada es que hay mafias lucrándose, asegura Carlos Cedeño, un usuario de esa localidad.
En Acarigua-Araure, en el norte de Portuguesa, en límites con Cojedes, las quejas tampoco cesan. Estas se centran en las estaciones que despachan el carburante a precio subsidiado, que por disposición del Gobierno regional se hace a través del sistema digitalizado Combuspor.
«El mensaje llegó tarde, y cuando fuimos a la estación de servicio Llano Center, donde me tocaba, no dejaron que llenáramos todos los convocados porque ya estaban cerrando», contó Alejandro Mascareño a través de la cuenta informativa Portuguesa Reporta el domingo 23 de enero.
Según el usuario, es la tercera vez que se presenta la misma irregularidad. «Me gustaría saber qué hacen con mi cupo, con la gasolina asignada. El mensaje de convocatoria no llegó a todos los que nos tocaba. A quienes les llegó lo recibieron después de las 12:30 pm, y al presentarnos en la estación, los encargados cerraron a las 2:00 pm», afirmó. Mascareño se quejó del trato del personal de esa gasolinera y de otras de esas ciudades. «Es irrespetuoso», dijo.
Mascareño les hace un llamado a las autoridades para que mejoren el sistema de notificación a los usuarios y para establecer un horario de servicio de las bombas, ya que muchas dedican apenas dos o tres horas para atender a los clientes.
En la estación Guanaguanare, en la capital de Portuguesa, Jorge Ávila se pronunció sobre la urgencia de mejorar el despacho de gasolina subsidiado. «Pareciera que hay un interés en que solo funcione el servicio en dólares», destacó.
María García, también en Guanare, dijo que Combuspor envía mensajes cada dos o tres meses y que, aunado a eso, hay que lidiar con la mala operación de las bombas. «Se hace inviable comprar gasolina a precio subsidiado», denunció.