San Juan de los Morros. Maryelis Reyes camina aferrada a un rosario blanco, que cuelga de su mano. Desde hace diez años, la mujer de tez blanca de unos 45 años, que usa lentes de sol, superó un cáncer de riñón y lo agradece a la Virgen de la Misericordia y Caridad, con un peregrinaje de 21 kilómetros, aproximados, entre San Juan de los Morros (Guárico) y San Sebastián de los Reyes (Aragua). Esta tradición religiosa forma parte de las Ferias de San Sebastián, en la población del Sur de Aragua.
“Soy de poco caminar, pero hace diez años me sacaron el riñón izquierdo, por un cáncer de riñón y desde entonces le prometí a la Virgen que pagaría promesa, por eso estoy aquí”, relata Reyes, quien es tan solo una persona entre miles de feligreses que cada año honran con su peregrinar a la Madre María en la advocación de Nuestra Señora de la Caridad.
La fe cristiana es el motivo de aquellos devotos que desde la madrugada de este martes, 21 de enero, iniciaron su recorrido en la Encrucijada del sector las Palmas en la capital guariqueña, con destino a San Sebastián de los Reyes. En el trayecto las autoridades de los gobiernos municipales y regionales, poco hicieron con los huecos que se observan en este tramo vial. Sin embargo, como cada año para la peregrinación, desplegaron diversos puntos de hidratación, ideales para alentar el paso de hombres, mujeres, niños, ancianos, algunos agrupados en familia.
Por la libertad
En el recorrido de los fieles devotos los acompaña también el silencio y las oraciones a la Virgen, por Venezuela, por la sanación de seres queridos y en agradecimiento a los favores concedidos. “Quiero que mi país retome la libertad y salga adelante”, soltó con voz efusiva la mujer que resalta con la palabra “Libertad” estampada en su camisa blanca, es la misma mujer que superó el cáncer de riñón y hoy además de agradecer, ruega por una solución al conflicto venezolano para poder reencontrarse con uno de sus hijos, que emigró al extranjero.
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Entre cada kilómetro de recorrido, los peregrinos encuentran los toldos de las instituciones gubernamentales, al menos con agua, naranjas y cambures. Hay otros puestos de hidratación de algunas familias que muestran su gratitud y devoción con la entrega de líquido, dulces, frutas y helados. “Pagamos promesa por primera vez, con la hidratación a los feligreses, por todas las bendiciones que nos ha dado la Virgen”, acotó José Gregorio Hernández García, quien contó que su pequeña hija convulsionó a los ocho meses, pero rogaron a Nuestra Señora de la Caridad y hoy la niña está sana.
Los feligreses llegan exhaustos a la capilla, el sudor se confunde con las lágrimas, algunos se arrodillan y otros se inclinan ante la imagen de Nuestra Señora de la Misericordia y Caridad. Velas encendidas, zapatos, obsequios, flores y frutas, rodean la estatua. Un sonido con volumen alto contrasta con el regocijo de los fieles devotos, unidos en gratitud.
Vigilia
Olga Azuaje, presidente mayordomo de la Cofradía Nuestra Señora de la Misericordia y Carida, destacó que la noche de este martes permanecerán en vigilia hasta el miércoles 22 de enero, cuando esperan la visita del obispo de la Diócesis de Aragua. Además resaltó que cada año aumenta el número de feligreses. Felicitó a los más de 300 voluntarios de la Cofradía por la misión que cumplen en esta época de religiosidad, en San Sebastián de los Reyes.