Guanare.- Los profesionales de enfermería de los centros de salud centinelas Hospital Miguel Oraá y Ambulatorio Rafael Azuaje, de Guanare, decidieron este lunes 14 de septiembre en asamblea gremial iniciar un paro de actividades hasta tanto se les garantice el suministro continuo y de calidad de equipos de bioseguridad.
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La decisión fue tomada por separado en dos reuniones donde fue analizada la ola de contagios de COVID-19 que enfrenta el personal de salud en Portuguesa. A la fecha han fallecido dos médicos: un endocrino y un psiquiatra, y se encuentran en estado de gravedad siete más: un neumonólogo, un neurocirujano, tres pediatras, un gastroenterólogo y un residente de post grado, según versiones de grupos de apoyo.
La presidenta del Colegio de Enfermería de la zona sur del estado Portuguesa, Silvia Torrealba, precisó que la iniciativa del paro en el Hospital Miguel Oraá fue tomada por el personal de las áreas de cirugía y medicina interna ante la negativa reiterada de las autoridades de dotar de equipos e indumentaria de bioseguridad a los trabajadores, situación que ya tiene en peligro la vida de varios prestadores de salud.
«Muchas enfermeras han presentado sintomatología por contagio de COVID-19 poniendo en riesgo su vida y la de sus familias. Se nos niegas tapaboca, gorros, guantes, lentes, cubre botas, batas , antibacterial y caretas», dijo.
Silvia Torrealba entregó a El Pitazo el acta de la reunión gremial donde se señala la exposición peligrosa frente al coronavirus que vive el personal de salud del Hospital Miguel Oraá.
En el documento, las enfermeras expresan que en este domingo 13 de septiembre hubo que recibir a un paciente en el servicio de cirugía con criterios confirmados para COVID-19. Este fue valorado por el intensivista Reiber González y confirmada su enfermedad por parte de la familia. «Atender a un paciente con diagnóstico confirmatorio sin que contemos con protección es lanzarnos a la muerte«, expresó la dirigente gremial.
Las enfermeras del ambulatorio Rafael Azuaje exigen al gobernador Rafael Calles el inmediato nombramiento del director del centro de salud porque se requieren decisiones que preserven la vida de todos sus trabajadores. No hay respuestas a las peticiones ni tampoco se gestionan las soluciones a las deficiencias de los servicios, dijo Silvia Torrealba, quien junto a las jefes de recursos humanos y de enfermería participó en la reunión donde se aprobó el cese de actividades en dicho establecimiento.