Acarigua.- El ataque del hampa sobre la Escuela Técnica Industrial «Simón Bolívar» de Acarigua, en Portuguesa, no ha parado. Tras desmantelar y dejar sin nada útil los seis talleres de prácticas de la institución, ahora los delincuentes se han enfocado en llevarse las láminas del techo.
La denuncia pública la hizo Carlos Sánchez, director del plantel, quien advirtió que la delincuencia, aunada a la indolencia de las autoridades locales y regionales dejaron a la institución inoperativa para un futuro inicio de clases presenciales.
«La escuela está totalmente desvalida», expresó el docente a El Pitazo. Reiteró que los hurtos a esta institución con más de 60 años de fundada, se han registrado desde el 10 de mayo de 2020, cuando la escuela quedó completamente desamparada porque los vigilantes dejaron de asistir, en medio de la cuarentena por la pandemia.
«Las autoridades del Ministerio de Educación apenas dieron respuesta con la vigilancia contratando a cinco personas de la Milicia. Todo lo hicieron después de que se denunció el ‘saqueo’ de los talleres y otras áreas, pero se espera que contraten 9 personas más y que estás pernocten en la institución», explicó.
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Sánchez detalló que como la escuela quedó sin electricidad por el hurto de todo el cableado aéreo y subterráneo, así como un transformador de 75 KVA de la pequeña subestación con la que allí contaban, los nuevos vigilantes solo cumplen un horario diurno y vespertino. «De noche la institución queda sola y en vista de que no hay nada que se puedan llevar, los ladrones están sacando las láminas del techo del galpón de los talleres».
Tanto la dirección como la comunidad educativa del plantel han exhortado al gobernador Rafael Calles; al Alcalde de Páez, Efrén Pérez y al director regional de Corpoelec, Albín Sánchez, a solventar el problema eléctrico para lograr la vigilancia nocturna y parar el saqueo. «Pero todos se pelotean la responsabilidad. Uno les notifica vía mensajes de texto o con los mismos informes que la Zona Educativa ha levantado y nada, no dan respuesta», dijo Sánchez.
Las pérdidas de lo sustraído son incalculables. Según el inventario de las autoridades de la institución, los delincuentes hurtaron 23 computadoras, dos impresoras; 16 motores de tornos, fresadoras, taladros; también reactivos, microscopios, tubos de ensayos, cuatro máquinas de soldar, dos tronzadoras, cinco esmeriles, seis aires acondicionados, equipos y herramientas, entre otros objetos que estaban ubicados en los talleres de electricidad, metales, automotriz, máquinas y herramientas, control lógico programado y de madera, todos vitales para el desarrollo del nivel educativo que se ofrece en esta escuela técnica.
También de las áreas como la cocina, el comedor y hasta el consultorio de odontología sustrajeron los implementos para cocinar, motor del refrigerador, así como la silla y todo el equipo odontológico.