Chaguaramas.- Más de 4.000 personas de distintos estados del país se reúnen cada 19 de marzo, Día de San José, en las adyacencias de la capilla de «José Zambrano», conocida como Ánima de Pica Pica, en la carretera de Chaguaramas hacia Valle de la Pascua.
Los visitantes vienen a pagar promesas, las cuales se ofrendan con tortas, productos agrícolas, reses, cochinos y ovejos asados que consumen sin ningún costo quienes asisten a esta actividad todos los años en el estado Guárico. En esta oportunidad, a pesar de la crisis, se mantuvo la tradición.
Desde muy tempranas horas del martes 19 de marzo, se iniciaron los preparativos para la celebración del Día de San José; colocaron tarima, conjunto de música criolla y sonido, para que los cantantes interpretaran sus canciones en honor al Ánima de Pica Pica y los devotos bailaran hasta el cansancio.
Productores agropecuarios, desconocidos, artistas, funcionarios policiales y políticos, que pasan de incógnitos, llegan al lugar para pagar promesas que incluyen mejoras en la capilla, donaciones en efectivo para el mantenimiento del local, entrega de parte de la producción del campo a los asistentes y rezos, entre otros.
José Alexander Rodríguez dijo: «Soy palero principal y creyente del Ánima de Pica Pica, vengo de San Juan de los Morros y todos los años acudo a pagar promesa por favores recibidos. Les digo que cuando se pide con fe, José Zambrano cumple. Solo hay que ser verdaderamente creyente y no pretender que podemos burlarnos del Ánima ni de la gente».
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Entretanto, José Miguel Camacho relató: «Tengo 25 años en la religión, soy espiritista natural y fiel creyente del Ánima de Pica Pica. Todos los años encabezo la procesión de zanqueo en honor a José Zambrano, un humilde campesino que tenía como trabajo el arreo de ganado por los caminos reales y, según cuenta la leyenda, un día murió al lado de una mata de pica pica, donde fue enterrado, construyéndose en su lugar una capilla, la cual, desde muchos años, sirve para rendir homenaje y pagar promesas a este hombre milagroso».
A este lugar acudieron personas de todas las regiones del país, algunos montaron sus carpas o toldos donde colocaron comida, frutas, carnes, verduras y todo cuanto cosechan para regalar a las miles de personas que anualmente se dan cita en este paraje de las carreteras guariqueñas.