Acarigua.– El río de aguas negras que desde hace seis años brota entre las comunidades 12 de Octubre y Las Palmitas en Araure, municipio del estado Portuguesa, afecta directa e indirectamente a miles de familias de esta jurisdicción. Pese de haber sido reportado innumerables veces ante los entes gubernamentales, estos no se han abocado a la reparación de la tubería.
El riesgo a que se desate una epidemia de cualquier enfermedad infecciosa ha estado presente siempre y preocupado a los vecinos de la zona, pues las cloacas desembocan en un canal donde se acumulan generándose criaderos de mosquitos y moscas transmisoras de dengue, diarreas y hasta erupciones en la piel.
Alejandro Marchán, vecino del sector Las Palmitas, indicó que la tubería del urbanismo Las Palmas se empotró en la red de Las Palmitas, en la que a su vez confluyen las aguas servidas del sector 12 de Octubre y las que vienen bajando del centro de Villa Araure I-Plaza Bolívar, lo que conllevó al colapso de la tubería debido a que el diámetro resultaba insuficiente para la demanda de uso.
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En su recorrido, las aguas servidas afectan, además, la zona baja del sector La Quebradita-San José y contamina también el pozo subterráneo de aguas blancas que hay dentro del parque Mittar Nakichenovich, así como las nacientes que se encuentran dentro del principal pulmón vegetal de las ciudades de Acarigua y Araure.
Así lo afirmó Marchán, quien junto a otros vecinos de la comunidad han realizado las diligencias pertinentes con autoridades de la Alcaldía de Araure e Hidrosportuguesa; sin embargo, ninguna de estas instancias se ha hecho responsable de estudiar la situación, pese a la atención que amerita la situación.
El colapso de las tuberías ha llevado a los vecinos a abrir pozos sépticos para hacer sus necesidades y a bañarse en los patios, esto para no tener que utilizar los drenajes de sus hogares, de donde ya desbordan las aguas.
Los vecinos de estas comunidades afirmaron que, a pesar de ser una de las zonas más populosas, el Gobierno regional y local los ha abandonado al no abocarse a solventar este y otros servicios deficientes, como el de alumbrado público.