Barinas.- Pequeños, medianos y grandes comerciantes de Socopó, capital del municipio Antonio José de Sucre del estado Barinas, han tenido que adquirir plantas eléctricas para contrarrestar los prolongados y cada vez más frecuentes cortes del servicio de electricidad.
Suspensiones que van de dos, cuatro y hasta más de seis horas en cualquier momento del día tiene a muchos comerciantes contra la pared, pues, si bien tienen una planta les genera electricidad, igual les afecta la falta de conexión a internet, por lo que no funcionan los puntos de venta ni se puede hacer ninguna transacción bancaria.
Sissy Delgado, presidenta de la Asociación de Comerciantes de ese municipio del eje andino barinés, explicó que no les quedó otra opción que proveerse de plantas eléctricas porque «era eso o había que cerrar los negocios«.
La dirigente gremial dijo que en reiteradas ocasiones acudieron al gerente de la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec) del municipio con diferentes propuestas para evitar, o al menos disminuir, los cortes y las oscilaciones de voltaje. No obstante, no fue posible llegar a ningún acuerdo porque según les explicó el funcionario, se trata de una planificación nacional que no se puede modificar desde las regiones.
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Bancos, hoteles y farmacias afectados
Pese a que la mayoría de los locales comerciales poseen su planta eléctrica, incluidos los vendedores de comida rápida en las calles, la situación sigue siendo difícil para otros sectores como el bancario, farmacéutico y hotelero.
Melesio Pereira, encargado de una farmacia cerca del Parque Metropolitano, dijo que en ocasiones los cortes de electricidad se pueden prolongar hasta por 10 horas. «No hay planta que aguante un uso tan prolongado y continuo«, comentó.
Agregó que hay días donde no hace ni una venta porque a falta de electricidad las líneas telefónicas tampoco funcionan y como no hay efectivo en circulación, es imposible hacer cancelaciones por los puntos, por pago móvil o transferencias bancarias.
Igual situación pasan quienes regentan hoteles o posadas. Tal es el caso de Wilfredo Chirinos, quien no ha podido comprar un acumulador portátil lo suficientemente potente para cubrir la demanda de su pequeña posada. A Chirinos le salva un poco que su negocio está en el mismo circuito del hospital, aunque eso no es garantía de que lo dejen sin luz eléctrica por lo menos durante dos horas.
Algunos ciudadanos consultados por El Pitazo coincidieron en que los cortes y las fluctuaciones de voltaje cada día son más frecuentes y prolongadas. Afirmaron que el sistema bancario colapsa y eso genera malestar entre quienes necesitan hacer alguna transacción y no puede porque no hay electricidad ni conexión a internet.
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