Valera.- Destrozos en puertas, daños a bienes deportivos y la sustracción de un equipo de aire acondicionado fue el resultado de una tercera irrupción de delincuentes en el Núcleo Universitario Rafael Rangel (Nurr) de la Universidad de Los Andes, en el estado Trujillo, en este año 2021. El hecho ocurrió durante la madrugada del pasado sábado 10 de abril.
La denuncia la hizo el vicerrector encargado, Geovanny Castellanos, mediante un comunicado de prensa de esta institución. En el texto reseñó que este hecho, producto de la inseguridad, ocurrió en el Gimnasio Verde de la Villa Universitaria, ubicado en el municipio Pampanito. En estas áreas deportivas los jóvenes entrenan las disciplinas de karate y tenis de mesa.
Robos continuos
Castellanos recordó que durante el 2020, el primer año de la pandemia del COVID-19 y la no presencialidad, ocurrieron más de 10 robos y hurtos dentro de las instalaciones, y en lo que va de 2021, esta es la tercera sustracción. En enero ocurrió el robo en la Sala de Computación de Geografía Oswaldo Lara, y en febrero, las autoridades descubrieron el desvalijamiento de vehículos del transporte universitario.
“Se han llevado del Nurr más de 16 computadores, más de 4 proyectores y 2 laptops. Han robado en 6 ocasiones grandes repuestos de los vehículos. Se han llevado desde el tren delantero hasta motores de transmisión. Y el tercer gran bloque es lo que tiene que ver con los equipos de refrigeración, aires acondicionados, neveras y fotocopiadoras”, declaró Castellanos a Prensa ULA el 13 de abril.
El profesor hizo hincapié en que han denunciado a los organismos de seguridad, entre ellos el Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), pero no han obtenido justicia. Los funcionarios se han limitado a sustentar expedientes con entrevistas, pero no han dado con los responsables o los equipos.
Estudiantes solicitan transformación del sistema universitario
La Consejería Estudiantil del Nurr, conformada por los jóvenes Alejandro Colmenares, Laura Alvarado, Ruddy Bermudez y Andrés Canelones, en su presentación de Memoria y Cuenta de 2020, presentada a principios de abril, llamaron a la reflexión a las autoridades y a la comunidad universitaria para mejorar la institución.
«Para evitar que el Nurr termine de fenecer es necesario transformar el burocrático sistema universitario actual. Urge el antídoto de un nuevo modelo universitario de gobierno abierto que se ajuste a las necesidades del sector productivo del país», escribieron los jóvenes.
Los dirigentes universitarios destacaron además que es indispensable que el Núcleo cuente con una estructura institucional que aproveche los espacios y el personal capacitado para producir recursos económicos, intelectuales y tecnológicos vitales». En este sentido fueron categóricos: la ULA debe adaptarse para subsistir.
Por María Gabriela Danieri Andara