Valera.- Trabajadores de salud de dos hospitales en el estado Trujillo denuncian discriminación en la asignación de bonificaciones para el combate del COVID-19, por parte de la Fundación Trujillana de la Salud. Acusan a las directivas de excluir a quienes no están en el área de los pacientes contagiados. Una decisión, que consideran injusta.
Una doctora, quien prefirió resguardar su identidad, comentó a El Pitazo que en el Hospital José Vasallo Cortés, del municipio Sucre, la directora de recursos humanos encargada de censar al personal, no recibe los datos de empleados de farmacia, laboratorio, historias médicas y mantenimiento.
“Todo el personal está expuesto. Desde el médico que los evalúa hasta el personal de historias médicas y laboratorio”, dijo la médica vía telefónica en la mañana de este miércoles, 30 de septiembre.
En el Hospital Universitario Dr. Pedro Emilio Carrillo, del municipio Valera, centro centinela para la atención de la enfermedad, ocurre una situación similar, especialmente con los obreros.
“Se va a crear un bono especial a través del carnet de la patria , y a ellos no se les quiere cancelar por no estar en el área de COVID-19. Por Dios, pero si el trabajador cuando entra a las instalaciones hospitalarias está en riesgo. Entonces se los deben cancelar a todos, como hicieron en el seguro y en Barrio Adentro”, expresó Giovanni Vielma, presidente del Sindicato de Trabajadores de la Salud.
Secretario de campaña electoral del Psuv en Táchira tiene COVID-19
Amenaza de despidos
Los empleados de ambas instituciones públicas protagonizaron tres protestas para exigir un aumento salarial al ministerio durante el mes de septiembre. No obstante, en vez de ser escuchados, la mayoría de participantes recibió amenazas de despido.
“El lunes pasado (21 de septiembre) quedamos en seguir la protesta, pero qué pasó. Los llamaron de recursos humanos y les dijeron que les iban a quitar el contrato, no se los iban a renovar o los iban a cambiar a otro centro de salud», contó la doctora del hospital del municipio Sucre.
En esa manifestación no solo denunciaron los bajos ingresos sino los constantes atropellos de la directiva en cuanto a la ausencia de elementos de bioseguridad y el impedimento de otorgar permisos por enfermedad.
“Les niegan los kit de bioseguridad a los médicos y enfermeros y los obligan a cumplir guardias así tengan problemas familiares o estén enfermos. Una doctora, por esa desconsideración, tuvo que renunciar”, detalló la médica del centro de salud del Eje Panamericano.